Crisis por decisión de EE.UU sobre su embajada ensombreció la festividad en la "Ciudad Santa"

Navidad en Jerusalén: Iglesia Católica dice que decenas de peregrinos «cancelaron su visita»

Decenas de peregrinos hacen fila delante de la Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén

Decenas de peregrinos hacen fila delante de la Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén. Allí, según la creencia, fue enterrado Jesucristo y resucitó. Algunas personas se arrodillan y rozan la sepultura con el rostro. Otras lloran conmovidas. Como es tradicional, de todo el mundo llegaron visitantes para vivir la época navideña en Tierra Santa. La Iglesia del Santo Sepulcro, el lugar más sagrado del cristianismo, está concurrida, pero no tanto como habitualmente.

«Hay pocos turistas», dice Wadshi Nusseiba, que vigila desde hace 40 años la puerta de la también llamada Iglesia de la Resurrección. El presidente estadounidense, Donald Trump, «debería haber dejado a Jerusalén en paz», señala furioso este hombre de 67 años. «A veces es mejor callarse».

El 6 de diciembre Trump reconoció Jerusalén como la capital de Israel. Sin embargo, los palestinos reclaman la parte este de la ciudad ocupada en 1967 por Israel como capital de un futuro Estado palestino. Por eso reaccionaron con intensas protestas a la decisión del presidente, que también generó críticas en todo el mundo.

El viernes hubo otra vez dos muertos después de que el movimiento radical palestino Hamas llamara a un «día de la sangre». El presidente palestino, Mahmud Abbas, subrayó en su mensaje navideño que debido a la decisión de Trump los palestinos no aceptarán ningún plan de paz estadounidense. Así, la crisis en torno a Jerusalén ensombreció la celebración de la Navidad en la Ciudad Santa.

Iglesia del Santo Sepulcro, en Jerusalén.

Tanto el Ministerio de Turismo israelí como el palestino subrayan la alta cifra de visitantes en estos días festivos. Pierbattista Pizzaballa, la máxima autoridad de la Iglesia Católica en Tierra Santa, dice en cambio que decenas de peregrinos cancelaron su visita. También los vendedores en la ciudad vieja de Jerusalén se lamentan por la caída del negocio en los días previos a la Navidad.

Linda Leisner, de 65 años, oriunda de Dinamarca, viajó a pesar de los disturbios. «Esta es una región que no vio la paz desde hace 3.000 o 4.000 años», dice la cristiana practicante. «¿Por qué debería haber paz sólo porque yo estoy aquí?». Para ella es especialmente importante estar en Navidad en «el lugar donde ocurrió todo». Al fin y al cabo, añade, la muerte lo puede alcanzar a uno en cualquier lugar. «Hay que vivir la vida y si muero será decisión de Dios», dice la mujer, que viaja acompañada de su hija.

Evidentemente son muchos los que piensan así. En Belén los hoteles en Nochebuena están completos a pesar de la tensa situación, según comunicó el Ministerio de Turismo palestino. Unos 2,7 millones de turistas visitaron este año los territorios palestinos y casi 1,2 millones de visitantes pasaron al menos una noche en Belén. La ciudad en el sur de Cisjordania es visitada por peregrinos cristianos como el lugar de nacimiento de Jesucristo. En Navidad la pequeña localidad espera a unos 10.000 turistas.

Alaa Tabachi es vendedor en una tienda de souvenirs en el barrio cristiano. El palestino, de 21 años, se lamenta por los pocos compradores. «Se puede ver hasta el final de la calle. Y eso que debería estar toda llena de gente». Algunas tiendas, de hecho, ya cerraron.

John Andre, de 55 años, vende recuerdos a la entrada de la Iglesia del Santo Sepulcro como cruces, imágenes de santos, agua bendita y rosarios a los peregrinos cristianos. Se lamenta porque el negocio va mal desde que se inició la crisis en torno a Jerusalén. El palestino cristiano está furioso con Trump y su decisión. «¿Por qué lo hizo?», se queja Andre. «No hay Navidad, no hay esperanza», dice en tono dramático. «¿Navidad para quién? Si no hay nadie».

Publicado por la agencia DPA

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