«No digan que no les advertimos»: China podría usar las tierras raras como armas en la guerra comercial

China no está dormida, solo se está preparando para contraatacar

Por Marian Martinez

30/05/2019

Publicado en

Economí­a / Mundo

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China no está dormida, solo se está preparando para contraatacar. Aunque algunos pensaron que el gigante asiático dejaría pasar por debajo de la mesa el ataque de Estados Unidos a Huawei, una de sus grandes compañías, el miércoles se confirmó que tiene su carta bajo la manga.

«No digan que no les advertimos (…) no subestimen la capacidad de la parte china para salvaguardar sus derechos e intereses de desarrollo«, advirtió el Diario del Pueblo, periódico oficial del Partido Comunista Chino.

De acuerdo con la información que publicó el medio local, Pekín podría utilizar las exportaciones de tierras raras como un arma en esta guerra comercial que desató el presidente Donald Trump, reseñó el portal Actualidad RT.

Trump empezó la guerra comercial en 2018 con la imposición de aranceles. Foto: EFE.

En el artículo que se publicó el pasado 29 de mayo, el diario recuerda que Washington tiene una «incómoda» dependencia de estos 17 elementos químicos que se emplean en la elaboración de diversos productos como teléfonos móviles, automóviles eléctricos y hasta dispositivos militares, incluidos motores de reacción, satélites y láseres.

«¿Se convertirán las tierras raras en un arma de contraataque para que China responda a la presión que EE. UU. ha ejercido sin ninguna razón? (…) La respuesta no es un misterio», agregó el medio.

Las agencias internacionales llamaron la atención sobre la advertencia del medio oficial, pues solo tienden a emplear la expresión de «no digan que no se los advertimos» antes de que se libren enfrentamientos significativos.

EE. UU. ataca a Huwei por el avance de su tecnología 5G. Foto: Agencias.

En enero del año pasado Washington impuso aranceles del 30 % a los paneles solares chinos, pero la guerra comercial se desató cuando en marzo estableció tasas al aluminio (25 %) y al acero (10 %). Entonces, Pekín respondió a comienzos de abril con tasas a 120 productos estadounidenses por 3.000 millones de dólares.

Luego, Estados Unidos fijó un impuesto de 25 % a productos chinos por $ 50 mil millones y China subió los suyos al mismo porcentaje sobre 106 productos estadounidenses del sector agropecuario.

En agosto, la administración de Donald Trump anunció más aranceles para productos chinos por $ 200 mil millones, los cuales entraron en vigencia el 24 de septiembre. Comenzaron en 10 % y se elevaron a 25 % a partir del 1 de enero de 2019.

De inmediato, China respondió con la imposición de gravámenes por $ 60 mil millones.

Desde diciembre de 2018, el foco de la guerra está en el gigante tecnológico chino Huawei, porque Trump pidió a Canadá detener a la directora financiera de la compañía, Meng Wanzhou, y la orden se cumplió.

Después de varias amenazas y de dimes y diretes, el mandatario actuó a mediados de mayo e incluyó a Huawei en la «lista negra» de empresas con las que las firmas estadounidenses no pueden hacer negocios sin permiso del Gobierno. 

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