Donald Trump admitió que su política migratoria extrema está afectando gravemente sectores clave de la economía estadounidense, por lo que ha ordenado pausar las redadas migratorias en industrias como la agricultura, hotelería y el entretenimiento.
En una publicación en su red Truth Social, el expresidente republicano escribió:
“Nuestros grandes agricultores y la gente del sector hotelero y de ocio (…) dicen que esos empleos son casi imposibles de reemplazar. Se avecinan cambios”, reconociendo que las deportaciones masivas están dejando sin personal calificado a empresas esenciales.
Empresarios presionan por impacto en sus operaciones
El cambio de rumbo ocurre en medio de una creciente inconformidad entre empresarios estadounidenses.
Aaron Jagdfeld, CEO de Generac Holdings, denunció que la pérdida de trabajadores migrantes está entorpeciendo seriamente las operaciones de las compañías, al tener que absorber a empleados sin la preparación adecuada.
La presión empresarial se sumó a las protestas en ciudades como Los Ángeles, Austin, Chicago y Nueva York, donde miles de personas han salido a las calles contra las redadas impulsadas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Crecen protestas y el despliegue militar
En California, las manifestaciones contra las detenciones masivas escalaron a enfrentamientos con la policía, motivando incluso el despliegue de la Guardia Nacional y la Infantería de Marina en algunas ciudades. La indignación social ha ido en aumento tras conocerse que más de 600 personas fueron detenidas recientemente en distintos puntos del país.
Una de las redadas más grandes ocurrió en una planta procesadora de carne en Omaha, Nebraska, y otra en campos agrícolas de arándanos en Tulare, California.
Una pausa selectiva que no detiene las deportaciones
Aunque el gobierno de Trump anunció una pausa en las redadas en hoteles, restaurantes y plantas agrícolas, las acciones continúan en otras áreas. Una directiva interna del ICE ordenó suspender operaciones en esos sectores, pero permite continuar investigaciones por delitos como trata de personas o lavado de dinero.
Tricia McLaughlin, vocera del Departamento de Seguridad Nacional, reafirmó el mensaje del gobierno:
“Seguiremos trabajando para sacar de las calles a los peores criminales indocumentados”.
La contradicción de Trump
A pesar de esta pausa, Trump no ha renunciado a su discurso electoral centrado en la mayor operación de deportación en la historia del país. La orden de pausa revela, sin embargo, una contradicción central en su estrategia: su política migratoria afecta justamente a los sectores que más apoyos le brindan.
También puedes leer: Administración Trump entrega datos de migrantes inscritos en Medicaid a autoridades de deportación.
Fuentes cercanas a su equipo revelaron que la presión sobre ICE ha sido tal que se estableció una meta de al menos 3,000 detenciones diarias, advirtiendo incluso a los funcionarios que podrían ser despedidos si no la cumplen.
El Heraldo / The NY Time
Fotografía: ICE
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