Después de cinco años de angustia e incertidumbre, se confirmó el hallazgo sin vida de Rafael Huerta Vega, menor desaparecido en octubre de 2020 en la ciudad de Puebla. El cuerpo fue localizado en el patio de la casa donde vivía con su padre y su madrastra, en la colonia Playas del Sur, al sur de la capital poblana.
El descubrimiento fue posible gracias a un segundo cateo realizado el pasado 15 de abril de 2025, llevado a cabo por peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE) en conjunto con la Comisión de Búsqueda de Personas. En el operativo participaron binomios caninos y maquinaria especializada para realizar excavaciones en el domicilio ubicado sobre avenida Río Grijalva.
En esta segunda intervención, los expertos localizaron restos óseos que, tras análisis periciales de laboratorio, fueron identificados como pertenecientes al menor. El hallazgo puso fin a una prolongada búsqueda que había comenzado desde octubre de 2020.
Desde un inicio, el colectivo Voz de los Desaparecidos estuvo presente y acompañó a la familia en el seguimiento del caso. Tras confirmarse la identidad de los restos, la agrupación informó públicamente que la búsqueda concluía oficialmente.
Cabe destacar que en noviembre de 2020, apenas semanas después de la desaparición, ya se había inspeccionado el mismo domicilio, aunque en aquella ocasión no se encontraron elementos que indicaran la presencia del menor. Sin embargo, el seguimiento y nuevas diligencias permitieron obtener resultados en el segundo cateo, cinco años después.
En la narrativa inicial presentada por la madrastra, se afirmó que Rafael salió a una tienda cercana y no volvió. Sin embargo, vecinos del lugar reportaron movimientos sospechosos: a los pocos días, la familia abandonó la casa de forma repentina y con equipaje, lo que levantó suspicacias en la comunidad.
Por su parte, la madre del menor, Teresa Vega, había señalado desde un principio posibles actos de violencia familiar. También denunció omisiones en la investigación, como la falta de colaboración por parte del padre del niño, quien se habría negado a entregar una fotografía para la ficha de búsqueda y tampoco respondió a los citatorios de la Fiscalía.
Vega también compartió que, tras una separación, existía un acuerdo de custodia compartida. No obstante, durante la pandemia, el padre comenzó a limitar el contacto entre madre e hijo, hasta que eventualmente se perdió todo rastro tanto del menor como del progenitor.
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Las autoridades continúan con la investigación para determinar responsabilidades penales y dar con el paradero de los adultos responsables del cuidado del niño al momento de su desaparición.
Foto: Redes
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