El número de víctimas mortales por el incendio ocurrido en un centro de rehabilitación en Guanajuato aumentó a 13, tras la muerte de un paciente que permanecía hospitalizado desde el siniestro. La tragedia ocurrió en el anexo “Volver a Vivir”, ubicado en la colonia Loma de Buenavista, municipio de San José Iturbide.
El incendio comenzó la madrugada del 1 de junio, mientras dormían 23 personas internadas. Doce murieron en el lugar, y tres más resultaron con lesiones graves. El lunes 9 de junio se confirmó la muerte de un hombre de 34 años que recibía atención médica por quemaduras en Salamanca.
Las primeras investigaciones apuntan a que el fuego fue provocado desde el interior del establecimiento. “La persona que lo generó falleció, era una persona interna”, revelaron las autoridades, sin ofrecer más detalles sobre las causas o circunstancias del hecho.
El centro operaba de manera irregular y estaba a cargo del primo del alcalde morenista Edgar Montes de la Vega. El edil negó proteger a su familiar y declaró: “Nadie está por encima de la ley, yo no protejo a nadie y que cada quien se haga responsable de sus actos”.
Montes de la Vega también acusó a la anterior administración panista de otorgar permisos sin cumplir los requisitos legales. Señaló que Protección Civil expidió una autorización con base en un domicilio diferente al real del anexo.
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La tragedia da una clara muestra de la falta de regulación en centros contra adicciones y la corrupción que rodea a muchas de estas clínicas clandestinas. Donde los Derechos Humanos y la violencia en los tratamientos son una amigüedad en cada uno de estos centros de hacinamiento.
Con información de: La Jornada
Fotografía: Redes
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