A menos de tres meses de haber encendido las alarmas por una posible recesión en México, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) corrigió el rumbo de su diagnóstico económico y ahora proyecta un escenario menos adverso para el arranque del gobierno de Claudia Sheinbaum.
En su más reciente informe de Perspectivas Económicas, difundido este martes desde París, la OCDE descartó una recesión para 2025 y 2026, al ajustar al alza su estimación de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) mexicano. De una contracción de 1.3% proyectada en marzo, ahora prevé un crecimiento de 0.4% en 2025 y 1.1% en 2026.
El viraje en el pronóstico ocurre en medio de una transición presidencial marcada por la incertidumbre en la relación comercial con Estados Unidos y el endurecimiento fiscal interno. La organización internacional reconoce que si bien el país enfrenta riesgos externos, como la amenaza arancelaria y un menor dinamismo global, también muestra signos de resiliencia: bajo desempleo, menor inflación y una ligera reactivación del sector agrícola.
“Las perspectivas tanto para el crecimiento como para la inflación siguen siendo inciertas. México se ve especialmente afectado por el aumento de las restricciones comerciales y la incertidumbre actual”.
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos
La corrección en las previsiones se da tras un periodo de expectativa negativa que había anticipado una recesión técnica justo en los dos primeros años de la administración Sheinbaum, lo que habría supuesto un arranque económico complicado para la nueva mandataria. Sin embargo, el organismo ahora reconoce señales de estabilización.
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Pese a esto, la OCDE advirtió que el entorno fiscal continuará siendo restrictivo. Tras registrar un déficit presupuestario de 4.9% del PIB en 2024 —el más alto en 35 años—, estima que este se reducirá a 3.5% en 2025 y a 3% en 2026, en gran medida por recortes a la inversión pública.
Asimismo, llamó a que el Banco de México mantenga una política de flexibilización monetaria prudente para garantizar la convergencia de la inflación, proyectada en 3.4% para finales de este año, dentro del objetivo oficial.
La OCDE también sugirió a la próxima administración implementar un plan fiscal de mediano plazo para reducir el déficit sin comprometer la inversión en sectores clave como la educación y la infraestructura productiva.
Foto: Redes
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