A pesar de que la administración de Omar Muñoz Alfaro tiene una gran responsabilidad en la designación de Lupita Daniel Hernández al frente del Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado de Cuautlancingo (SOSAPAC), el alcalde ahora se deslinda de la crisis del agua que afecta a miles de familias en el municipio. Muñoz Alfaro, quien en su momento respaldó a Daniel Hernández, ha comenzado a señalarla como la culpable de los problemas del abasto de agua, dejando a la población a merced de una gestión que nunca estuvo a la altura de las necesidades del municipio.
Véase también: ¿Complot o ineficiencia?: Robos a pozos dejan sin agua a vecinos de Cuautlancingo
El edil ha señalado en varias ocasiones que no permitirá abusos en la administración del agua, pero resulta irónico que su propia elección para dirigir el SOSAPAC haya sido una de las piezas clave en la ineficiencia que ahora afecta a más de 40,000 habitantes. En vez de asumir su rol en la asignación de la funcionaria, Muñoz ha optado por escurrir el bulto y responsabilizar a Daniel de una crisis que, en gran parte, también es obra de su gestión.
A través de sus declaraciones, el alcalde ha intentado evitar la crítica directa a su administración, argumentando que el municipio brindará apoyo para mejorar el servicio de agua. Sin embargo, quienes realmente padecen la falta de agua son los ciudadanos, quienes se ven obligados a recurrir a pipas a precios elevados o soportar un flujo extremadamente bajo de agua que no llega a sus hogares. La población de la Reserva Territorial Quetzalcóatl, junto con otras zonas del municipio, continúa enfrentando una grave escasez de agua, a pesar de las promesas de solución que se hicieron hace más de un mes.
Durante las manifestaciones de vecinos el pasado 24 de abril, Lupita Daniel, en lugar de asumir la responsabilidad de la situación, intentó justificar la falta de recursos para dar el servicio adecuado, lo que llevó a que los afectados exigieran su destitución. A pesar de las promesas de la funcionaria, el problema persiste y las quejas de los habitantes no cesan, demostrando la ineficiencia de una administración que, en lugar de resolver los problemas, los empeora.
Resulta indignante que, después de tantos meses de promesas incumplidas y justificaciones vacías, la administración municipal de Cuautlancingo siga evadiendo su responsabilidad. Si bien Omar Muñoz y Lupita Daniel son parte de la misma administración, son los ciudadanos los que deben lidiar con las consecuencias de una mala gestión, mientras ambos actores se reparten culpas sin asumir su parte en el desastre.
Este conflicto no solo refleja la incapacidad para gestionar un servicio tan básico como el agua, sino que también pone en evidencia la falta de compromiso del alcalde Omar Muñoz con las necesidades de la población, dejando que la ineficiencia administrativa afecte gravemente a las familias de Cuautlancingo.
Foto: Redes
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