Abril aceleró disminución en el caudal de remesas de EE.UU. a México

02 DE JUNIO DE 2025. El reporte de remesas del Banco de México para abril de 2025 ha encendido focos rojos en el panorama económico nacional.

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Las remesas enviadas desde Estados Unidos a México experimentaron una caída anual del 12.14%, su peor desplome desde septiembre de 2012. Esta drástica disminución, que significó que la suma de los hogares mexicanos vinculados a estre ingreso recibieron $4,761 millones de dólares, frente a los $5,421 millones de abril de 2024, no solo representa un golpe para la liquidez de miles de familias, sino que también sugiere un impacto profundo de las políticas migratorias en el flujo de capital transfronterizo.

La magnitud de este descenso se manifiesta en varios indicadores clave. El número de envíos disminuyó en 8.1%, mientras que el monto promedio por operación también sufrió una baja del 4.4%, ubicándose en $385 dólares. En total, se registraron 12.4 millones de transacciones, una cifra considerablemente menor en comparación con el año anterior. Estos datos refuerzan la preocupación sobre la capacidad de los trabajadores migrantes para mantener el nivel de apoyo económico a sus familias en México.

Se veía venir

Esta no es la primera señal de alerta. Desde febrero de 2025, a tan solo un mes de la toma de posesión de Donald Trump, ya se había reportado una caída inicial del 0.8% en el envío de remesas, marcando $4,459 millones de dólares como la cifra mensual más baja desde 2021. La tendencia a la baja, que ahora se ha agudizado de manera significativa, parece estar intrínsecamente ligada a las agresivas políticas antiinmigratorias implementadas por la administración Trump.

Entre los motivos más probables para esta contracción, se destaca la pérdida de empleos por parte de los connacionales en Estados Unidos. Las restricciones migratorias y la intensificación de las redadas por parte de agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en las inmediaciones de los establecimientos donde tradicionalmente los trabajadores migrantes realizan sus envíos de dinero, generan un clima de temor e incertidumbre. Esta situación no solo dificulta el acceso al empleo, sino que también crea barreras para el envío seguro y regular de recursos.

El efecto dominó de estas políticas se traduce directamente en una menor capacidad de ahorro y envío de dinero, impactando directamente la economía de las familias receptoras en México. La continuidad y profundización de estas tendencias podrían tener repercusiones socioeconómicas considerables en el mediano y largo plazo para nuestro país.

Habrá que ver

Este fenómeno representa un desafío para muchas familias mexicanas que dependen de estas transferencias para su sustento diario. Expertos señalan que será fundamental observar cómo evolucionan las condiciones laborales y migratorias en Estados Unidos para anticipar posibles cambios en el flujo de remesas en los próximos meses.

IMAGEN: ARCHIVO EL CIUDADANO MÉXICO

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