Desierto es rico en energía


Por Director

25/10/2006

Publicado en

Organización social

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Imaginarse a Antofagasta recibiendo electricidad desde una central termo solar, instalada en el desierto y capaz de generar hasta 100 mega watts de potencia; o el transporte público y particular funcionando en la base al abundante hidrógeno o también llamado «combustible del futuro», puede ser difícil y pensarse que se trata de ciencia ficción.


Pero no es así, pues estas posibilidades; así como otras que evitarían, por ejemplo, que pequeñas localidades desaparezcan por la falta de electricidad o que se sigan quemando combustibles fósiles, están siendo investigadas por científicos de las universidades de la zona.

El académico del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Antofagasta, Marcos Crutchick -quien lidera un grupo de trabajo en esta área-, señala que ya llevan varios años investigando este campo, bajo dos líneas de trabajo. «Uno dice relación con proponer soluciones energéticas globales, para zonas geográficas donde no hay electricidad o existe una pequeña demanda, a través del uso de la energía solar como base», precisó.

Con dotar de energía de este tipo a pequeños poblados del interior o de la costa, por ejemplo, se evitaría la emigración de los jóvenes a las ciudades en busca de mejores expectativas; pues además de usos domésticos existiría una posibilidad de desarrollo productivo real.

Sin embargo, aclara Crutchick- para aliviar otras carencias energéticas de las familias que viven en esos poblados, como lo es cocinar o la calefacción, los investigadores de la Universidad de Antofagasta también desarrollaron una investigación para la generación de Biogas o gas metano.

«Este elemento se obtiene a través de la descomposición de los deshechos orgánicos. Por ejemplo, las comunidades atacameñas tienen muchos animales cuyas fecas sirven para generar Biogas, además todo el proceso es de muy bajo costo y fácil de instalar en cualquier hogar», precisó el investigador.

CIUDADES ILUMINADAS
La otra línea de investigación de la UA, apunta a encontrar nuevas formas de producir energía eléctrica para las grandes ciudades y cierto tipo de industrias. En este sentido, Crutchick señaló que para iniciar ese trabajo realizaron un diagnostico previo que arrojó clarificadores resultados.

«El estudio que consideró entre otras variables, las cifras de inversión en la industria, determinó que en los próximos cinco o seis años se necesitarán 960 mega watts adicionales a los ya instalados en el SING. Asimismo detectamos que 89% del consumo eléctrico de la región es de carácter minero-industrial».

Con estos antecedes queda de manifiesto que las energías alternativas, ya sea geotérmica, eólica, solar o biomasa, no pueden ser la parte fundamental de la solución a la carencia energética que enfrentará nuestra región. Para lograr tal nivel de generación, será necesario potenciar los actuales sistemas de generación sobre la base de combustibles fósiles, pero surge la gran pregunta sobre qué pasará cuando estos se agoten o en los escenarios geopolíticos del futuro simplemente no estén disponibles.

PLANTA TERMICA
No obstante, según Crutchick, existe una alternativa que podría «liberar» y redestinar el consumo eléctrico actual de una urbe como Antofagasta. Esto se realizaría por medio de una central de energía solar térmica capaz de generar los 100 mega watts que consume la ciudad. «En estos momentos estamos dimensionando la posibilidad de crear una planta de este tipo, para instalarla cerca de Estación Cruzero en medio del desierto».

Esta planta funcionaría bajo la modalidad de espejos parabólicos que captan la radiación solar, luego esa energía es transmitida por conductos donde se ubican algunas sales minerales que la potencian y la hacen llegar a una turbina. Desde ahí, el proceso es similar al usado en las centrales termoeléctricas tradicionales; en otras palabras, se cambia el diesel, carbón o pet coke como base, por la energía solar.
«Nuestra región tiene el segundo mejor nivel mundial de radiación solar, lo cual aseguraría un suministro continuo, además los días nublados son escasos. Otra ventaja es que para almacenar esa energía, se ha determinado que el mejor sistema es en base a sales fundidas, las cuales son muy abundantes en la zona», indicó el científico.

En estas investigaciones, además de Crutchick participan los académicos de la UA Hugo Martínez, Ismael Campillay y Marcelo Cortés

Fuente: Universidad Antofagasta

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