Occupy Wall Street: La perspectiva de la calle

San Francisco, Estados Unidos

Por Cesarius

12/10/2011

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San Francisco, Estados Unidos. – En los últimos diez años, los sueldos de la mayoría de los estadounidenses no han subido, y además, muchos están bajando. En contraste, ellos vieron más recortes de sus beneficios, despidos de trabajadores públicos, cierres de sus escuelas y hospitales, mientras que las corporaciones han experimentado las utilidades más grandes en su historia -muchas que acabaron de recibir un rescate económico del Gobierno.

«Estoy protestando porque mis vecinos están muriendo. Mientras que las enfermeras estaban en paro en el hospital cerca de mi casa, un viejo murió por falta de asistencia médica. Nuestras escuelas públicas están cerrándose, las calles están llenas de cuevas, y el tipo de interés en mis prestámos estudiantiles sigue aumentando», dijó Josh Assink, un participante de las protestas.

«Países en todo el mundo han estado abordando estos mismos problemas causados por nuestra política extranjera capitalista, por los acuerdos de libre comercio. Al fin, ellos vienen por acá,» dijó Zara Patriana, miembro de la organización Global Exchange (Intercambio Internacional).

Este año, la política nacional se centró en una crisis presupuestaria tras otra, cada vez recortando más beneficios y programas para ayudar al pueblo. Leona Rosenmaier, una manifestante de más de 80 años, recordó los programas socialistas del gobierno durante la Gran Depresión en los años ‘30; dijo que se tiene que invertir más en su pueblo y no en los bancos como hizo el ex-Presidente Roosevelt durante esa época. Lamentó: «Perdimos todo el dinero del rescate. Debimos pedir más de ellos en retribución».

Se compara frecuentemente el movimiento llamado «Occupy Wall Street» que empezó hace cuatro semanas, con el Partido del Té, una nueva facción de ultraderecha al interior del Partido Republicano que empezó también con protestas de modo descentralizado y sobre ansiedades del sistema económico hace unos años.

«El mensaje es dirigido a la gente trabajadora. Los dos movimientos están peleándose para que algo cambie. Pero la pregunta se queda. ¿Cuál es el foco del problema?», dijo Immanuel Ness, un profesor de ciencia política de la universidad Brooklyn College y redactor de «Encyclopedia of American Social Movements» (Enciclopedia de Movimientos Sociales Estadounidenses).

«No se qué pasará, pero siempre que hay cambio revolucionario, así sucede», dijó Josh.

EL CARÁCTER DEL MOVIMIENTO

William Cohan, columnista y anteriormente un agente financero, caracterizó las ocupaciones en Nueva York más como «una feria de baja energía que falta urgentemente pastel y salchichas a la parrilla que un movimiento revolucionario».

No obstante, es exactamente la calidad amorfa y dispar que parece dar más motivaciones a los protestantes. «Aquí en San Francisco, la gente empezó a acampar en frente del Federal Reserve. Tenemos una asamblea general cada día a las 6:00, donde todos participan y discutimos los próximos pasos. Es descentralizada y democrática; no tenemos líderes ni una organización central. Dos personas crearon el sitio Occupytogether.com (donde se informa de las protestas en varias ciudades) por sus propias iniciativas», dijó Chris Marco, residente de San Francisco. «Siento esperanza, algo que no he sentido por mucho, mucho tiempo», afirmó.

Las asambleas aseguran un lugar a cada persona para entrar en el debate y ser escuchada -algo que muchos sienten que el Gobierno ya no permite-. Marco dijo: «He estado esperando para algo así desde la occupación de Iraq. Después de todas las manifestaciones que hicimos en opposición de la guerra, el Gobierno no tomó nada en cuenta y la gente estaba decepcionada y no salía más. Pero ahora todos los niveles de la sociedad están perjudicados por la economía. Cada día está creciendo».

«Todos estábamos solamente esperando un vehículo para expresarnos,» dijó Jeanne Rosenmeir, que vió las protestas en la televisión y trajó su familia entera. Aunque algunos sectores de manifestantes son de partidos, sindicatos u organizaciones, la mayoría vio las noticias en la televisión, Facebook, o Twitter y decidió venir con sus pancartas hechas a mano y personalizadas.

Por eso, también algunos de la izquierda encuentran que este «movimiento» es más una protesta emocionada que un movimiento, porque no tienen fundamento y la gente está adecuadamente informada de porqué están protestando. «Es un hecho de la época informática que muchos movimientos empiezan de una vez, como flores bonitas, pero rápidamente se muere», dijó Naomi Klein, periodista de The Nation. «Es porque no tienen fundamento. No tienen planes de largo plazo de cómo van a sostenerse. Entonces, cuando las tormentas vienen, se las lleva».

Si bien aún no se sabe si es una protesta generalizada o un movimiento parecido a las luchas del Medio Oriente, sin embargo se siente la energía en las manifestaciones. Es una energía que no ocurre sin una base fuerte de frustración y deseo por cambio -un cambio que el Gobierno no llega a hacer de su propia voluntad o capacidad. Las occupaciones de plazas públicas, asambleas, y campamentos en ahora más de 1.100 ciudades y localidades estadounidenses, prometen que probablemente ésta duraría más que una flor bonita que muere al momento de dificultad, porque, como la gente indica, ya están en dificultades.

Por Megan Sallomi

El Ciudadano

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