¿Se prepara la cocina para la nueva Constitución?

De Proceso Constituyente a Conservadurismo Constituyente

Tras ser presentado en abril como una de las salidas que el gobierno de Bachelet para la crisis política-insticuional, hoy se encuentra en penumbras, al borde ser guardado en el baúl de los recuerdos. Todas las señales apuntan a que la participación ciudadana quedará reducida a su mínima expresión.

Por Jose Robredo

22/07/2015

Publicado en

Chile / Política / Portada

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En cadena nacional, el pasado 27 de abril, la presidenta Bachelet anunció, como parte de las medidas de transparencia para la política, el inicio en septiembre de un proceso constituyente que decantaría en una nueva constitución y señaló que “por eso quiero anunciar que en Septiembre, mes de Chile, daremos inicio al Proceso Constituyente abierto a la ciudadanía, a través de diálogos, debates, consultas y cabildos, que deberá desembocar en la Nueva Carta Fundamental, plenamente democrática y ciudadana, que todos  nos merecemos”.

A 85 días del anuncio no se visualizan caminos concretos por el que pasará este proceso. Incluso más, se comienza a percibir que la cocina de los grupos conservadores se prepara para recibir a los comensales para trabajar este tema.

Fue la misma Presidenta quién a dado luces al respecto al señalar que no se plebiscitaría el mecanismo a través del cual se lleve a cabo este proceso y declaró que “será participativo tomando en serio la opinión ciudadana. Es una tremenda oportunidad, dada la situación de extraordinaria desconfianza en las instituciones democráticas en todo y, es una oportunidad para que las elites vuelvan a tener una relación de cercanía con la ciudadanía, es parte de un proceso que necesitamos en nuestro país”.

Lo que fue reforzado por el ministro vocero, Marcelo Díaz, quién expresó que el plebiscito no está pensado “no para arrancar el proceso en septiembre, lo que hacemos es iniciar el proceso de debate amplio con los ciudadanos. Por lo tanto nos parece que al comienzo del proceso un plebiscito no es pertinente” además agregó en su minuto que “los ministros del comité político hemos recibido una instrucción de la Presidenta de iniciar un proceso de diálogo no solo con los partidos políticos sino con distintos actores para ir determinando el carácter y al naturaleza de esta proceso constituyente”.

Mientras el ministro Secretario General de la Presidencia, Nicolás Eyzaguirre, señala que “Lo que estamos haciendo, porque corresponde a una democracia y porque la Constitución para ser legítima tiene que ser representativa de la ciudadanía, es estar consultando inicialmente a los partidos para ver cuál va a ser el itinerario de esta discusión, que va a partir sí o sí en septiembre. Cuál es el punto de llegada, va a ser producto de estas conversaciones”.

En este sentido el ministro del Interior, Jorge Burgos, es tajante en señalar que es el parlamento quién debe llevar las riendas de la discusión y expresa que “cualquier fórmula de reforma tiene que discutirse acá (el congreso), porque la Carta Fundamental -le guste o no a uno- que está vigente, tiene un sistema de reforma, y para modificar el sistema de reforma hay que concurrir a este Congreso, no hay atajo posible”.

Al mismo tiempo, el ministro Burgos, DC representante del llamado “partido del orden”, le cierra puertas y ventanas a la Asamblea Constituyente «Tenemos que ponernos de acuerdo en cómo vamos a crear esa nueva constitución. Pero todos sabemos que para que haya una nueva constitución tenemos que pasar por la actual. Y la forma en que se reforma la Constitución está establecida en el actual texto y no hay atajo para eso. No es posible pensar que a través de un atajo, de doblarle la nariz a la constitución actual vamos a poder reformarla. Es indispensable el acuerdo político. Y en eso la Presidenta no va a estar para un atajo raro, a pesar de lo que escriban algunos  y este ministro no se va a prestar para eso».

Ante este escenario el diputado de Revolución Democrática, Giorgio Jackson, señala que «No entiendo muy bien qué es lo que está planteando el gobierno. Quiere hacer lo mismo que el 2005, pero que se llame proceso constituyente, que es básicamente un paquete de reformas a la Constitución que tengan que pasar por el veto de la derecha o si lo que se quiere es realmente una discusión nacional con respecto a una nueva Constitución».

Mientras que Genaro Cuadros, vocero de Marca AC, señaló que “Entendemos que si alguien tiene dudas, reparos, justificados o no, el rol de la ciudadanía y la sociedad civil es empujar las reformas por las cuales se comprometió el voto. Es lo que nosotros vamos a hacer, y estamos convocando a la constitución de una mesa social y política donde estén todas las organizaciones sociales que adhieren a la demanda por una asamblea constituyente, por el plebiscito y por una nueva Constitución, de modo tal de empujar a la elite del país a cumplir sus compromisos”.

Mientras que para la presidenta de Poder, Karina Oliva, esta situación es “una representación del gobierno por su ambigüedad y de cómo los grupos conservadores se mueven con rapidez a través de sus representantes políticos, económicos y mediáticos para trabar cualquier cambio y por cualquier vía y la Nueva Mayoría se presta para este juego”.

Si bien el debate se mantiene en alza, el gobierno está jugando todas sus cartas para definir en el próximo cónclave del 3 de agosto el mecanismo y los tiempos del proceso. Habrá que esperar las resoluciones del encuentro y ver si se llega a septiembre.

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