El programa que hojeó Bachelet

Dado el efecto político que generó, se da por hecho que la ex Presidenta Michelle Bachelet, ya hojeó el documento “Aportes para la discusión programática de las Organizaciones Sociales y los Partidos de Oposición” que elaboraron expertos y dirigentes del Partido por la Democracia, Partido Comunista, Partido Radical Socialdemócrata e Izquierda Ciudadana

Por Mauricio Becerra

01/11/2012

Publicado en

Política / Portada

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Dado el efecto político que generó, se da por hecho que la ex Presidenta Michelle Bachelet, ya hojeó el documento “Aportes para la discusión programática de las Organizaciones Sociales y los Partidos de Oposiciónque elaboraron expertos y dirigentes del Partido por la Democracia, Partido Comunista, Partido Radical Socialdemócrata e Izquierda Ciudadana. Uno de los redactores fue el ex ministro de Defensa y ex vocero de Bachelet, Francisco Vidal.

Si la ex Mandataria quiere saber qué se está pensando programáticamente en su sector y en eventuales aliados de izquierda, sin duda que ya echó un vistazo al documento, sobre todo porque constituye, de hecho, la primera iniciativa formal de un grupo de partidos, y porque, en contraparte, altos personeros del Partido Socialista y de la Democracia Cristiana -que son colectividades claves para una eventual candidatura de ella- criticaron el texto.

Michelle Bachelet ha escuchado y leído que a amplios sectores sociales y políticos no les basta su alto porcentaje en las encuestas y su posicionamiento comunicacional; esperan que ella diga algo sobre cuál sería su programa y sus objetivos y por eso lo que esté pensando sobre esos temas es y será decisivo.

Si la eventual candidata está de acuerdo con todo o gran parte del texto presentado por el PPD, PC, PRSD y la IC, el cual es compartido por diversidad de organizaciones de la sociedad civil, significa que podría avanzar en una alianza electoral con todos ellos, traducida en el respaldo de los comunistas y en que quizá hasta el senador José Antonio Gómez baje su precandidatura presidencial y la apoye finalmente.

Pero no es descartable que la ex Presidenta más bien comparta las posturas entre críticas y ambiguas hacia esa propuesta programática, por ejemplo, expresadas por su cercano político, Camilo Escalona, su ex asesor directo, Francisco Díaz, sus aliados democratacristianos Ignacio Walker y Jorge Pizarro, y de otros altos personeros concertacionistas. De ser así, ella estaría inclinándose por la continuidad de un eje formal PS-DC con hegemonía dentro de la Concertación, donde las modificaciones programáticas podrían no ser sustanciales. No hay que olvidar que Escalona rechazó que en Chile haya crisis institucional y echó por tierra gran parte de las propuestas surgidas desde el movimiento social, la izquierda y el progresismo.

 APOYARSE EN PROPUESTAS O EN LOS MISMOS DE SIEMPRE

En la revista Qué Pasa se ilustró esta situación en una nota bajo el título, precisamente, de “La primera valla de Bachelet” y se mostró una gráfica en la que en un lado aparecía una lista con próceres de la Concertación: Ignacio Walker, Osvaldo Andrade, Jorge Pizarro, Camilo Escalona, Ricardo Lagos Weber, Aldo Cornejo, Andrés Velasco, Ernesto Ottone, Eugenio Tironi, Francisco Aleuy, Nicolás Eyzaguirre, Felipe Harboe, Enrique Correa y Gutenberg Martínez; y en el otro lado, dirigentes comunistas y concertacionistas más críticos: Bárbara Figueroa, Camila Vallejo, Guillermo Teillier, Estela Ortíz, Jaime Quinta, Francisco Vidal, José Antonio Gómez, Guido Girardi, Fulvio Rossi, Marías de los Ángeles Fernández, Mariano Ruíz-Esquide, Claudia Serrano, Juan Pablo Hermosilla, Giorgio Jackson, Luis Maira.

Está claro que si la idea de programa y de construcción de equipo que haga Michelle Bachelet está concentrada en la primera lista de personajes, se trataría del continuismo más absoluto y de entregar la confianza no sólo a políticos del ala conservadora y consensuadora de la Concertación, sino a quienes dirigen los aparatos duros internos.

Si opta por el segundo grupo, sería una muestra de apertura a otros sectores y a otras líneas programáticas, mostrándose más cercana a las demandas sociales y de cambio en la conformación de equipos para gobernar.

Claro, lo que podría surgir como elemental es que Bachelet apuntara a una mezcla pero, ¿cuál sería el eje programático real; algo como el ya presentado o en la línea de Escalona, Walker y Francisco Díaz?

Quienes ponen énfasis en esto son los comunistas. “Nuestro primer candidato (presidencial) es el programa” dijo Guillermo Teillier, presidente del PC. En esa línea está un amplio espectro político y social, y parte de la base electoral concertacionista, progresista y de izquierda.

En un reportaje aparecido en la revista “Punto Final”, se aseveró que “Michelle Bachelet se siente próxima a los postulados de la troika socialista de Camilo Escalona, Osvaldo Andrade y Fracisco Aleuy, los mosqueteros de la denominada Nueva Izquierda, que privilegian los acuerdos con el PDC y el mantenimiento del estatus político e institucional, aspirando sólo al cambio del sistema binominal y a un maquillaje constitucional efectuado a través de una comisión parlamentaria bicameral”.

Desde esos sectores, y la DC, se planteó que las ideas programáticas del PPD, PC, PRSD e IC tienden a “izquierdizar” a la oposición y le pondrían un marco “de izquierda” a una candidatura de la ex Presidenta.

La lectura del texto permite saber que hay propuestas como que los Intendentes sean elegidos democráticamente; que haya plebiscitos comunales vinculantes para conocer la opinión de los ciudadanos; que se incremente el Aporte Fiscal al Fondo Común Municipal; que se cambie el sistema binominal por uno proporcional, que se transparente el financiamiento de los partidos, que haya plebiscitos nacionales vinculantes y que el Estado pueda constituir empresas; que se avance en tener una nueva Constitución, dejando atrás el lastre heredado de la dictadura y que una vía puede ser la Asamblea Constituyente; que se refuercen los derechos de la diversidad y se apoye decididamente la cultura; que se avance en sindicalización automática, se refuerce la negociación colectiva, se termine el MultiRut, que mujeres reciban el mismo sueldo del hombre cuando ocupen el mismo cargo; apoyo decidido a Mipymes; utilizar recursos naturales para mejorar la calidad de vida de los habitantes del país, contar con un nuevo Plan Nacional de Energía y una nueva Matriz Energética; aumentar el financiamiento en Salud, fortalecer la Atención Primaria de Salud; reforma profunda en educación; corregir el funcionamiento de las AFP en función de mejorar las pensiones y crear una AFP estatal; reforma tributaria real y profunda que permita proveer al Estado de más recursos y mejores bienes públicos y que posibilite captar más recursos para educación, salud y pensiones.

Parece que todo eso es algo más que “consignas” como lo señaló el ex asesor y al parecer todavía cercano a Bachelet, Francisco Díaz, y no necesariamente tendría un sello de “izquierdización” como dijeron desde el PS y la DC. En realidad los temas puestos sobre la mesa y las fórmulas de encararlos parecen más una intención de reformar las cosas en el país ante el reclamo creciente de la gente, que una “izquierdización”; a menos que así lo sea para algunos en la Concertación y el bacheletismo y entonces prefieran no hacer esos cambios.

¿Porque si no se avanza en esos temas, cómo sería posible hablar de profundas transformaciones y reformas para avanzar en equidad, redistribución, justicia social, mejor sistema democrático? Todo indica que no seguir ese tipo de propuestas apuntaría al continuismo del sistema; y ésa es, precisamente, la crítica que se hace a personajes como Escalona, Walker, entre otros. Que por cierto, no han presentado un esquema programático concreto respecto a temas específicos; sólo declaración de intenciones.

Si Michelle Bachelet leyó ese texto, pudo llegar a esas u otras conclusiones. Pero sin duda que ya va teniendo luces de cómo se le viene la discusión de lo que debería ser, si es candidata, su programa y lo que de ella esperan varios sectores que la apoyarían.

Al parecer, consolidada ya en los sondeos, posicionada como aspirante presidencial con enormes opciones de ganar, apreciada por la ciudadanía, lo que tiene pendiente sobre su escritorio es qué programa tendrá, cuáles serán sus altos objetivos. En definitiva, para qué ser Presidenta de la República de nueva cuenta.

 Hugo Guzmán

Reporte

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