En las palabras que siguen, de manera señalada y con modesta pretensión, hay un debate que creo que es urgente. La reorganización de la política exterior brasileña y el tipo de inserción en el sistema internacional que nuestro país debería tener. Esperamos que no abramos un debate y mantengamos controversias con la empresa lacayo, sino también para marcar una posición consecuente, antiimperialista y el Sur Global que tanto defendemos y donde Brasil tiene un papel destacado que conquistar y cumplir.
Ancianos que mueren en residencias o personas no ingresadas en los hospitales son solo algunos de los casos de muertes por coronavirus no consignadas en las estadísticas. Si bien como nunca antes en la historia de las epidemias se mantiene una información diaria actualizada, informes realizados en Gran Bretaña y España advierten que las defunciones son muchas más que las estimadas.
Pese a que las estadísticas de contagios y muertes por Covid-19 intentan reducir la incertidumbre, en la práctica cada país aplica sus propios criterios de detección. En varias naciones europeas solo entran en la contabilidad quienes han fallecido en hospitales y nuevos datos sobre defunciones elevan estas cifras por sobre las consignadas en las oficiales. En Chile está a cargo del control de la epidemia un médico que en la anterior gestión de Piñera redujo por secretaría listas de espera para maquillar los datos.
Cuando estalló la pandemia, en Italia, Francia y Alemania prohibieron de inmediato la venta de insumos médicos fuera de sus fronteras. En Texas un político republicano llamó a los ancianos norteamericanos a sacrificarse para evitar el derrumbe del sueño americano. Donald Trump, por su parte, se ha preocupado de echar la culpa de la enfermedad a los chinos. Son diferentes formas de enfrentar una grave crisis sanitaria. En cambio, China, Cuba y Rusia iniciaron una diplomacia médica de largo alcance, enviando médicos y suministros a Europa.
Los sistemas sanitarios están siendo puestos a prueba con la pandemia del Coronavirus. Además de la avalancha de hospitalizaciones que se esperan en unidades críticas, la facilidad de la transmisión tiene a los profesionales sanitarios como el primer grupo social de riesgo. En España el 12% de los contagiados son enfermeros o médicos. En Catalunya hay hospitales con 300 funcionarios de baja que han debido ser reemplazados, mientras en los chilenos se le dice al personal que tarde o temprano caerán enfermos. ¿Se les está enviando a trabajar como bomberos de Chernóbil?
La pandemia del Covid-19 resultó ser un respiro para el Gobierno y en vez de decretar cuarentena, sacó los militares a la calle durante tres meses. Está aprovechando el miedo a una enfermedad muy contagiosa para vaciar las manifestaciones, lo que exige un giro radical en la estrategia del movimiento social: pasar al Paro Nacional y el no pago de la cuentas de servicios básicos mientras dure la crisis sanitaria. También el Coronavirus nos obliga a pensar si queremos seguir por el camino del capitalismo del desastre.