Evo Morales: un partero de la identidad indoamericana

«Hemos vuelto no pudieron hacernos desaparecer, estamos para gobernar nosotros mismos» Evo Morales La toma del bastón de mando en su nuevo período de gobierno (2015-2020) del líder y hermano Evo Morales estuvo lleno de identidad y cosmogonía ancestral Nuestro-Americana y Caribeña, todas las simbología estimulan a la unión de los pueblos, en su cultura, […]

Por Arturo Ledezma

22/01/2015

Publicado en

Latinoamérica / Política

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Evo Garcia Solis (Small)
«Hemos vuelto no pudieron hacernos desaparecer, estamos para gobernar nosotros mismos»
Evo Morales
La toma del bastón de mando en su nuevo período de gobierno (2015-2020) del líder y hermano Evo Morales estuvo lleno de identidad y cosmogonía ancestral Nuestro-Americana y Caribeña, todas las simbología estimulan a la unión de los pueblos, en su cultura, en su identidad, en su diversidad. La mayoría de su pueblo está segura que el gobierno de Evo no solo garantiza estabilidad política, económica, social y cultural al proceso de refundación de un Estado Plurinacional en Bolivia, sino que también es una garantía ética, moral, espiritual llena de esperanza para el continente y el mundo, en el rescate y renacimiento de la otra filosofía ante la vida y la humanidad. Su figura política, su ideología reafirman la necesidad del parto de una nueva sociedad, con identidad, convivencia, solidaridad, complementariedad, en consenso y equilibrio, una verdadera revolución democrático-cultural dispuesto a liberarse de cualquier colonia e imperio. El vicepresidente de Argentina, Amado Boudou, dijo en Tiahuanaco, que el hecho de reconocer la posesión del presidente de Bolivia, Evo Morales, en una ceremonia ancestral, significa reconocer el futuro de Sudamérica como la integración de la denominada Patria Grande.
El presidente Evo Morales es uno de los líderes más influyentes del siglo XXI en la historia política boliviana, con su capacidad y liderazgo se levantó en la resistencia hacia una ofensiva victoriosa, después de una larga historia de lucha con el sindicato agrario cochabambino, con la central campesina, con los cocaleros. Con un claro principio anticapitalista resistieron frontalmente contra el neoliberalismo, desde esa carga de lucha y de resistencia, el 22 de enero de 2006, Evo Morales se convirtió en el 65º presidente de Bolivia, el primero indígena, con la promesa de «refundar» la nación más pobre de Suramérica tras cinco años de inestabilidad política y violentas revueltas populares. «Ya hemos ganado. Aimaras, quechuas, chiquitanos y guaraníes por primera vez somos presidentes», manifestaba en su discurso el líder cocalero Evo Morales.
Entre 2006 y 2014, con la revolución democrática cultural del Estado Plurinacional de Bolivia y con Evo Morales al frente, Bolivia triplicó el PIB a 30.600 millones de dólares, con tasas de crecimiento promedio de 5% al año que permitieron acumular reservas internacionales que superan el 50% del PIB;  jamás el pueblo de La Paz se imaginó  tener un proyecto tan  moderno como el teleférico, mucho menos Bolivia  se iba a imaginar lanzar su primer satélite (TKSAT-1 (Túpac Katari) con el apoyo de China, en 2015. La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) colocó a Bolivia con el mayor crecimiento económico de 6,8, en comparación de los otros países; según cifras del Banco Mundial, en Bolivia la base de la línea de pobreza en el 2006 era de 59,9% y en el 2012 hay una reducción al 45,0%, igualmente merecen destacarse los cambios significativos en los programas sociales, de salud, educación, alimentación, vivienda, deporte y cultura.
En este tercer periodo de gobierno, Evo Morales tiene la convicción de seguir pariendo la identidad de la patria nueva, ante miles de personas y visitantes internacionales que se congregaron en el milenario centro religioso, de ciencias y artes, ubicado a unos 70 km al oeste de La Paz y a casi 4.000 m de altura sobre el nivel del mar, el presidente reafirmó su filosofía de vida que estamos en los tiempo del equilibrio (tiempos del Pachakuti).
Señaló que “es tiempo de consolidar la revolución educativa y cultural, la revolución de la salud, la revolución en la producción, en la justicia en el trabajo, la revolución del pensamiento”,  y agregó que es necesario cambiar toda la escala nacional, internacional e intercontinental en base a principios fundamentales, como la identidad, las formas de convivencia, de solidaridad, de complementariedad, en consenso y equilibrio que «son las bases de la cosmovisión de los pueblos indígenas del continente y del mundo». Igualmente reafirmó su convicción que el significado de tener el poder debe trascender en un significado cultural, espiritual, debe generar conciencia de clase, de identidad contra cualquier pretensión colonial. «Nos dijeron que había que modernizarse, había que civilizarse, y para eso nos enseñaron su filosofía de muerte, pero para modernizarnos, para civilizarnos, primero tenían que hacer desaparecer a los pueblos indígenas del mundo, hacer desaparecer nuestro idioma, nuestra cultura, nuestras raíces, nuestra hoja de coca, nuestros productos naturales, como la quinua, nuestros ganados, nuestros símbolos, nuestra música, nuestra vestimenta, querían terminar con nuestra identidad», señaló Evo Morales.
Sin duda, Evo es un partero de la identidad Indoamericano, nos invita a seguir unidos con nuestros pueblos por los caminos libertarios, consolidando el tiempo del equilibrio, el tiempo del Pachakuti en la querida Bolivia, hija predilecta de Simón Bolívar, del Che, de Fidel y de Chávez.
«Estamos en el tiempo de un gran parto, parto de la esperanza, de la unidad, de la armonía, de la felicidad y de nuestra filosofía de vida», dijo Evo Morales.
–       Ignacio Denis Del Rosario  es ingeniero agroecológico graduado en el Instituto Latinoamericano de Agroecología Paulo Freire (IALA)
Twitter: @yiyoparaguay
Notas:
Foto: Vicepresidencia de Bolivia

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