El poco margen que le queda al ex mandatario mirando a La Moneda

Lagos: ¿Se le acaba el fuego al Rey Sol?

Su irrupción explosiva generó un remezón en el tablero político nacional, y dio el pitazo inicial a la carrera presidencial. Al poco andar, a pesar de ser aclamado por diferentes sectores de la élite, su candidatura no ha logrado prender lo suficiente, y ha perdido camino frente a otras, como la de Alejandro Guillier. No deja de dar batalla, eso sí, a pesar de que su brillo se vuelve cada vez más opaco.

Por Jose Robredo

04/10/2016

Publicado en

Chile / Política / Portada

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02 09 16 - ricardo lagos

Cuando declaró su disponibilidad para ser candidato presidencial, dando respuesta a los clamores de los dirigentes y parlamentarios que añoraban su figura, le puso «play» a la carrera presidencial, sin medir -eso sí- las consecuencias a las que se expondría.

Lagos no prendió, y su brillo se reduce en la medida que avanza la campaña municipal, donde recorre cada día distintas comunas apoyando a los candidatos de la Nueva Mayoría y -de paso- tanteando el terreno para la presidencial que en en términos prácticos se inicia el próximo 24 de octubre.

A pesar de su ímpetu y su mirada de futuro, que quiso inmortalizar en el libro recientemente publicado «En vez del Pesimismo, una mirada estratégica de Chile al 2040», el que tiene todas las características de programa de gobierno y que ha sido difundido como tal por sus amigos de La Tercera y El Mercurio, Lagos no ha podido sacarse el lastre de su anterior gobierno que tienen al CAE, las concesiones y el amor que le profesan los grandes grupos económicos como sus principales representantes.

Esto queda reflejado en las cifras que entregan las encuestas: en la CEP de julio-agosto marca 5%, la Admimark agosto y en última CADEM de septiembre marca sólo 4%. En conclusión, Ricardo Lagos Escobar no ha logrado prender en el electorado, a pesar que las características de éste son bastante conservadoras y en lína con el talante del ex mandatario.

Con este escenario, Lagos ha buscado imponer su estilo -autoconstruido- de hombre de Estado y republicano, lo que queda manifiesto en su última entrevista en La Tercera, donde se refiere a su voluntad de participar en primarias expresando que «en una elección en donde nos dediquemos a discutir procesos, lo único que conseguiremos es alejarnos de la ciudadanía. Que los señores políticos se entiendan rápido y definan el proceso que hay que seguir. Porque si vamos a discutir procesos, entonces estamos mal».

Y al mismo tiempo repasa a la clase política, tratando de ponerse a tono con el contexto social, del cual se encuentra bastante alejado por cierto, señalando que «se sigue haciendo política como si estuviéramos en un mundo de Bilz y Pap. Y el escenario no está para eso. No está para cálculos pequeños ni diabluras. No está para los tiras y aflojas habituales de la política. El momento exige respuestas muy serias».

Lagos apunta y dispara contra quienes le han puesto fichas por años. Y ellos le comienzan a dar la espalda  su omnipresencia, más aún del declarado apoyo de los grupos económicos tras dar cuenta de su voluntad presidencial. Al respecto su consiglieri, Ernesto Ottone, señaló hace unas semanas en CNN Chile que  «naturalmente en esa generación (jóvenes) Lagos aún es un personaje lejano y es lejano porque, cuando Lagos fue Presidente, ellos estaban en una edad prepolítica –tenían entre 10 y 12 años–, por lo tanto, entender lo que era Chile en el año 2000, entender lo que significó Ricardo Lagos, es difícil, para qué hablar de lo que significó antes Ricardo Lagos, en la dictadura».

«Yo creo que (ocurrirá) naturalmente en la medida que la juventud, no estos sectores de la ultra que no les interesa este discurso, vean que Ricardo Lagos no está pensando en el pasado, sino que es el hombre político hoy día en Chile que tiene un pensamiento más avanzado hacia el futuro, Ricardo Lagos está viendo el Chile de 20 años más», agregó Ottone «prediciendo» el hasta ahora inviable acercamiento del ex presidente con los sectores más progresista sy jóvenes de la sociedad.

Pero la operación política-comunicacional-electoral desplegada por Lagos hoy se encuentra en peligro, simplemente porque su liderazo incuestionables hasta hace algunos años hoy es puesto en duda, criticado y, a la vez, amenazado por nuevos rostros de la Nueva Mayoría.

De esta forma, el sociólogo Alberto Mayol, escribe en su columna titulada «Lagos, ¿el ocaso del macho alfa?» que «hoy Ricardo Lagos se ve obligado a debutar desde el voluntarismo y no desde el realismo político. Después de una larga trayectoria construida y cimentada con la consistencia que lo caracteriza, hoy debe apostar a una jugada osada que vaya en busca de la historia y que no espera que la historia vaya en busca de él. Es un enorme llamado a su liderazgo. Pero el llamado no lo hicieron los otros. Es un llamado hecho por él mismo, donde por una vez juega al todo o nada: o su potencia queda confirmada o su potencia queda desmentida».

«Ricardo Lagos se presenta como candidato coalicional y no partidista. Apuesta nuevamente a su carácter excepcional, al hombre de dos partidos (PPD-PS), a la ausencia de una necesidad de estar al servicio de las instituciones políticas. Esto le da estatura, pero le quita movilidad. Lo sitúa en un escenario que le incomoda: formalmente llega en igualdad de condiciones a las primarias respecto a otros candidatos, lo que resta a su imagen de prohombre. Pero es peor aún si se explicita el peor pecado del Chile actual: los privilegios», agrega el mediático académico de la USACH.

Con este escenario, Ricardo Lagos ha ido perdiendo fuerza y energía en desminar su camino hacia La Moneda antes que presentarse como una «alternativa», más allá de sus evidentes vínculos con el empresariado y la casta política, de la cual es él uno de sus guardianes y mentores. Esto a pesar que su influencia se mantiene para sostener el modelo que ayudo a construir en los 90 y 2000, con su oposición a la elección de intendentes, esta no logra traspasar los muros de la élite para llegar a la calle.

El crepúsculo del «Rey Sol» se ve cada vez más cercano, a pesar de sus intenciones y la de la élite, que tendrá que seguir buscando quién los represente.

José Robredo H.

@joserobredo

El Ciudadano 

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