La campaña presidencial de Jeannette Jara alcanzó un nuevo punto de inflexión: ya son 20 mil las personas inscritas como voluntarias para sumarse al despliegue territorial en la recta final hacia la segunda vuelta. Una cifra histórica que no solo refleja apoyo ciudadano, sino también un tipo de movilización política que contrasta con la estrategia de bajo perfil asumida por José Antonio Kast en las últimas semanas.
El crecimiento del voluntariado ha sido explosivo. Tras la primera vuelta, los equipos comenzaron con algunos miles de inscritos; en apenas dos días ya se habían transformado en 8 mil. Y sin anuncios rimbombantes, la cifra siguió escalando silenciosamente hasta llegar al umbral de los 20 mil, superando registros previos de campañas de segunda vuelta en Chile.
Este crecimiento ocurre en un contexto electoral que se mantiene en suspenso, pese al favoritismo de la candidata de centroizquierda, quien logró imponerse ampliamente en la Región Metropolitana y en la mayoría del país.
Mientras tanto, José Antonio Kast evitó participar en todos los paneles de debate televisivo posteriores a la primera vuelta, lo que redujo sus apariciones públicas a mínimos. Sin embargo, no pudo restarse del debate de ARCHI, instancia obligada por sus propios compromisos previos. Ahí, Jeannette Jara lo interpeló directamente por la falta de definiciones y por responder con vaguedades que incluso generaron incomodidad entre los periodistas a cargo.
El efecto se sintió inmediatamente: las redes sociales se volcaron con críticas al candidato republicano por su ausencia de preparación y su insistencia en desviar las preguntas hacia ataques al gobierno, mientras los comentarios favorables a Jara crecieron sostenidamente.
En paralelo a esta ola digital, el voluntariado de la candidata tomó las calles con una estrategia simple pero efectiva: cada persona que apoya a Jara invita a otra, ya sea para sumarse como voluntaria o para comprometer su voto. El objetivo es que las propuestas —como el Ingreso Vital de $750 mil, las fronteras tecnológicas, la rebaja al costo de la luz o el programa Pie Cero para vivienda— lleguen a todos los rincones del país.
A menos de días de la elección del 14 de diciembre, la campaña insiste en que esta construcción desde abajo podría consolidar la ventaja obtenida en primera vuelta y materializar el “1+1” que hoy se ha transformado en lema: convencer a una persona más para asegurar un triunfo histórico.

