Vínculo a través de Bancard

Sebastián Piñera asegura no haber financiado bonos a ejecutivos de CHV con dineros de SQM

El ex presidente se defiende señalando que “me desligué totalmente de la administración, gestión y de los directorios de todas las empresas y me dediqué en cuerpo y alma a una campaña presidencial”.

Por Carlos Montes

23/04/2015

Publicado en

Chile / Política / Portada

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Sebastian Piñera

El ex mandatario aseguró no tener vinculación con Soquimich y por lo mismo, negó la posibilidad de haber financiado bonos a ejecutivos de Chilevisión con aportes de esa empresa.

Durante la jornada de la mañana, Piñera se desmarcó de esta situación señalando que “hace muchos años que no participo de la administración de las empresas, pero se me ha informado que se está recabando toda la información y que no existe relación con bonos”.

El cuestionamiento se origina debido a boletas existentes entre Inversiones La Música de propiedad de Jaime de Aguirre, quien también es director ejecutivo de Chilevisión con la administradora Bancard, empresa de Piñera, en momentos en que el ex presidente era dueño del canal privado, allá por el año 2009.

Frente a lo anterior, Piñera señala que “La Música asesoró a Bancard en sus proyectos por el mundo de las comunicaciones. Por ejemplo, en la creación de un centro de las comunicaciones, para lo cual Bancard compró Machaza”. Además sostiene que “me desligué totalmente de la administración, gestión y de los directorios de todas las empresas y me dediqué en cuerpo y alma a una campaña presidencial”. Con esto el ex presidente busca desmarcarse de este posible delito tributario.

Cabe señalar que Jaime de Aguirre fue citado para hoy por el Ministerio Público en calidad de imputado en el contexto de la investigación por presuntos delitos tributarios asociados al financiamiento irregular de campañas políticas.

Finalmente, urge prestar atención en cómo se presenta frente a nuestros ojos el desarme de modelos y mecánicas dolosas para acceder a puestos que están en función del servicio público y quizás, lo más lamentable, es poder ser testigos de cómo autoridades que debiesen ser modelos de probidad, de una u otra forma, se encuentran vinculadas -aunque sea desde la sospecha- a este tipo de prácticas mal habidas.

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