Ataque israelí al Madleen: ¿Cómo fue el secuestro de activistas de la Flotilla de la Libertad?

En las primeras horas del 9 de junio, el barco humanitario Madleen, parte de la Flotilla de la Libertad, fue interceptado por fuerzas israelíes en aguas internacionales, en un operativo marcado por acusaciones de violaciones al derecho internacional y testimonios de activistas que denunciaron el uso de sustancias químicas y tácticas intimidatorias.

Ataque israelí al Madleen: ¿Cómo fue el secuestro de activistas de la Flotilla de la Libertad?

Autor: Leonardo Buitrago

Cerca de las 3:30 de la madrugada (hora central europea) del 9 de junio, la coalición Flotilla de la Libertad (FFC, por sus siglas en inglés) informó a través de su cuenta de Telegram, que había perdido contacto con barco Madleen, en el que viajaban 12 activistas, entre los que se encontraba la defensora climática sueca, Greta Thunber, para llevar ayuda humanitaria, como alimentos y suministros médicos esenciales, a la Franja de Gaza y romper con el bloqueo impuesto por Israel al pueblo palestino.

La agrupación acompañó el mensaje con un video de los activistas con chalecos salvavidas puestos y las manos levantadas.

Tan solo unos minutos antes, la FFC había alertado que el Madleen estaba siendo sometido a un “ataque en aguas internacionales”.

La embarcación había sido atacada por interferencia electrónica, lo que ocasionó que sus sistemas de seguimiento en vivo y de navegación fueran desactivados. Además su ubicación fue suplantada, ya que aparecía falsamente cerca de Jordania mientras se encontraba a 200 kilómetros de la costa de Gaza.

La coalición indicó que cuadricópteros rodeaban el barco, rociándolo «con una sustancia irritante blanca», mientras que las comunicaciones estaban siendo bloqueadas y se escuchaban «sonidos inquietantes por la radio».

Posteriormente, denunció que el barco fue abordado ilegalmente, su tripulación civil desarmada fue secuestrada y su carga vital, que incluía fórmula para bebés, alimentos y suministros médicos, fue confiscada.

Sin embargo, los testimonios de los activistas a bordo habían alertado y relatado cómo se estaba llevando a cabo el asalto del Madleen por parte de las fuerzas israelíes.

“Están tirando productos químicos sobre nosotros”

En la última actualización en vídeo compartida a las 2:40 a.m. a través del canal de Telegram de la FFC — minutos antes de que la nave fuera embestida y abordado por las fuerzas del régimen sionista — se pudo observar a la activista alemana Yasmin Acar, de 37 años, visiblemente alterada.

En un vídeo de selfie, apareció en la cubierta junto con otros activistas consternados luego de que sustancias desconocidas fueron arrojadas desde drones israelíes sobre el barco.

“Están tirando productos químicos sobre nosotros”, dijo Acar, girando la cámara hacia la sustancia blanca que cubría la cubierta. “Miren esto, miren esto”, dijo, antes de gritar: “Por favor, todos tomen cobertura”.

“No son pacíficos. Esto no es una interceptación. Esto es otro crimen de guerra que está por ocurrir. Somos civiles que no llevamos nada más que ayuda humanitaria. Por favor, mantengan los ojos en nosotros”, alertó.

Tan solo una hora antes, el canal de Telegram de la FFC publicó un mensaje de voz del activista brasileño Thiago Ávila en el que señaló: “Hola a todos, les doy una actualización—esto, lamentablemente, ha sido una falsa alarma muy improbable. Hemos estado rodeados por muchas luces al mismo tiempo, rodeando nuestro barco. Al final, siguieron su propio camino. Podrían ser embarcaciones de las FDI (fuerzas de ocupación israelíes), pero no estamos seguros”.

En el mensaje, Ávila se refirió a la alarma que se había dado a bordo del Madleen, lo que provocó que los activistas se colocaran los chalecos salvavidas y se prepararan para lo que temían que fuera un asalto inminente.

Los temores se hicieron realidad horas después, cuando la marina israelí interceptó el Madleen y retiró a la fuerza a los 12 civiles a bordo.

El barco «Madeleine» de la Flotilla de la Libertad había zarpado el domingo 1 de junio del puerto italiano de Catania, en el sur de Italia, hacia la Franja de Gaza, como parte de una nueva misión humanitaria para romper el bloqueo impuesto por Israel a más de 2,4 millones de palestinos que viven en el enclave.

«Hemos sido interceptados y secuestrados en aguas internacionales»

Tras el ataque, la FFC publicó mensajes en vídeo pregrabados de los activistas, en los que advertían que si los videos estaban siendo vistos, significaba que habían sido “secuestrados por las fuerzas israelíes” — y llamaban a sus respectivos gobiernos a actuar inmediatamente para “asegurar su liberación.”

“Mi nombre es Yasemin Acar y soy de Alemania. Si están viendo este vídeo, hemos sido interceptados en el mar y secuestrados por las fuerzas de ocupación israelíes o por uno de sus aliados cómplices en el genocidio de los palestinos”, dijo Acar en un vídeo pregrabado, en el que hizo un llamado a sus amigos, y familiares para presionar al gobierno alemán a que exigiera su liberación inmediata.

En otro de los registros, la activista sueca Greta Thunberg solicitó ayuda internacional: «Mi nombre es Greta Thunberg y soy de Suecia. Si estás viendo este vídeo, hemos sido interceptados y secuestrados en aguas internacionales por las fuerzas de ocupación israelíes o por una fuerza que apoya a Israel. Hago un llamado urgente a todos mis amigos, familia y colegas para que presionen al gobierno sueco para que me liberen a mí y a los demás lo más pronto posible», afirmó.

Por su parte, la eurodiputada franco-palestina Rima Hassan, hizo un llamado a la movilización para presionar al Gobierno de Francia para que exigiera a Israel la liberación del barco y su tripulación.

El periodista brasileño Thiago Ávila, el médico francés Baptiste André y el periodista francés Yanis Mhamdi también publicaron mensajes pregrabados poco después de que se perdiera el contacto con el Madleen.

Desde la FFC dejaron en claro que el abordaje por parte de Israel ocurrió en aguas internacionales, lo que representa una violación a las leyes internacionales, pues la embarcación es civil y llevaba cientos de kilogramos de ayuda para la población afectada por la crisis causada por la agresión del régimen sionista.

Condena a Israel por asalto al Madleen y secuestro de activistas

La incautación del Madleen generó una ola de ira y condena a nivel mundial, ya que el acto violó flagrantemente el derecho internacional. Según la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS, por sus siglas en inglés), los barcos en alta mar caen bajo la jurisdicción exclusiva del estado bajo cuyo pabellón navegan.

Además, no pueden ser abordados o incautados por otra parte a menos que haya sido autorizado por una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU o justificado bajo el Artículo 51 de la Carta de la ONU, que permite la legítima defensa.

En la Carta también se prohíbe el uso de la fuerza contra barcos civiles neutrales, salvo en condiciones estrechamente definidas, ninguna de las cuales se cumplió en el caso del Madleen.

El derecho internacional humanitario, incluido el Manual de San Remo sobre la Guerra Naval, establece criterios específicos para interceptar barcos neutrales: la presencia de un bloqueo declarado y legítimo, una sospecha razonable de contrabando y la negativa a someterse a una inspección.

La embarcación transportaba alimentos, fórmula para bebés, kits de desalinización y suministros médicos y hasta el momento no se ha revelado ninguna evidencia de que llevaba en su interior contrabando o violara los términos de un bloqueo.

En ausencia de una justificación legal clara, la interceptación israelí constituye una violación del derecho internacional marítimo y de la prohibición de la Carta sobre el uso ilegal de la fuerza, consignaron Press TV e Hispan TV.

La relatora de la ONU para los Territorios Palestinos, Francesca Albanese, planteó que los ataques personales contra Greta Thunberg y otros activistas a bordo del Madeleine están fuera de lugar. «Se trata de personas corrientes que dan un paso al frente allí donde los Estados siguen fracasando, arriesgándolo todo para defender los derechos humanos y romper el asedio a Gaza», señaló.

Por su parte, el Ministerio de Exteriores Israelí descalificó el secuestro del barco en aguas internacionales. refiriéndose al Madleen como un “yate de selfies” y burlándose de sus pasajeros como “celebridades,” añadiendo que pronto serían deportados a sus países de origen.

Desde la FFC respondieron y dejaron en claro que este viaje desarmado y no violento se ajustaba plenamente al derecho internacional y cualquier ataque o injerencia constituía un acto deliberado e ilegal contra la población civil.

La organización condenó a las fuerzas israelíes por “abordar ilegalmente el barco, secuestrar a su tripulación civil desarmada y confiscar su carga que salva vidas —incluidos la fórmula para bebés, alimentos y suministros médicos”.

8 activistas continúan en Israel y podrían estar un mes detenidos

De los 12 activistas que viajaban a bordo del Madleen, cuatro fueron deportados, pero el resto rechazaron firmar su deportación voluntaria y fueron llevados ante un tribunal.

Entre los tripulantes aún detenidos están la eurodiputada francopalestina Rima Hassan, del partido izquierdista La Francia Insumisa (LFI), Pascal Maurieras, Yanis Mhamdi y Reva Viard; el holandés Mark van Rennes; el turco Suayb Ordu; el brasileño Thiago Avila y la alemana Yasemin Acar.

Mientras que las cuatro personas que aceptaron su deportación inmediata fueron la activista climática Greta Thunberg, que voló desde Tel Aviv hasta Francia; el activista español Sergio Toribio, que fue trasladado a Barcelona en otro vuelo, así como los franceses Omar Faiad (periodista) y Baptiste Andre (activista).

Los ocho activistas de la Flotilla de la Libertad que aún no han sido deportados continúan detenidos en Israel y podrían permanecer hasta un mes en el país, según informó este miércoles su equipo de abogados .

«El Tribunal fijó una revisión de seguimiento de la custodia para el 8 de julio de 2025 a las 9.00 horas, en caso de que la deportación no se produzca antes. De este modo, el Tribunal permite a las autoridades extender la detención arbitrariamente, posiblemente por un mes (…) sin mayor supervisión judicial y en clara violación del derecho internacional», dijo el grupo legal palestino Adalah, que representa a los activistas en Israel.

Bajo la ley israelí, cuando una persona recibe órdenes de deportación es detenida durante 72 horas o más antes de ser expulsada del país, explicó el grupo en un comunicado, citado por EFE.


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