Aumenta la presión

El llamado de Trump a Bachelet: «No es de ahora que Estados Unidos desea aislar a Venezuela»

El presidente norteamericano conversó telefónicamente con la Mandataria para dar cuenta de su posición respecto del país caribeño. Un apriete de tuerca, en medio de la operación por desestabilizar al gobierno venezolano.

Por Jose Robredo

21/03/2017

Publicado en

Latinoamérica / Portada

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trump

Este lunes 20 se dio a conocer una conversación telefónica entre la presidenta Michelle Bachelet y su par estadounidense, Donald Trump, la que se centró en analizar la situación política interna que vive Venezuela.

El llamado de Trump, que se suma a las conversaciones que el multimillonario ha sostenido con los jefes de Estado de Brasil y Argentina, abre un nuevo capítulo tanto en la relación bilateral entre Chile y Estados Unidos cómo en el desarrollo de la crisis política y social que se vive en Venezuela.

Bachelet señaló, en un punto de prensa ofrecido en La Moneda, que Trump le expresó que «Chile para Estados Unidos es un país muy importante y que buscaban seguir con las buenas relaciones que hemos mantenido, incluso conversamos respecto de los acuerdos comerciales que mantenemos ambos países».

Tras cartón, Bachelet sostuvo que Trump «me planteó su preocupación por la situación de Venezuela«, y agregó que «le comenté de las gestiones que nuestra Cancillería, junto con otras del continente, están realizando al respecto y quedamos de seguir en contacto para seguir apoyando para que Venezuela tenga una salida tranquila a la situación que está viviendo hoy».

Reforzando el intervencionismo

A la hora de interpretar el llamado telefónico de Trump, el académico y analista internacional Fernando de la Cuadra, sostiene a El Ciudadano que «no es de ahora que Estados Unidos desea fervientemente aislar a Venezuela del resto de los países del hemisferio. Ha sido su política desde que asumió Chavez, al cual George W. Bush con su visión maniqueista lo situó dentro del eje del mal. La política del Departamento de Estado en tiempos de Obama tampoco fue muy diferente. Solo que Venezuela siempre contó con la solidaridad de algunos países de la región, partiendo por Cuba, Ecuador y Bolivia».

«El acercamiento entre USA y Cuba y el restablecimiento de relaciones con la isla caribeña fue interpretado en su momento como una artimaña más de Estados Unidos para dejar más solitario al gobierno de Venezuela», declara el académico.

Para De la Cuadra el llamado de Trump a Bachelet viene a unirse a toda la operación dispuesta por la Organización de Estados Americanos (OEA), la que para el analista «es un organismo que casi siempre ha servido a los intereses del Departamento de Estado, eso tampoco es novedad».

Ahora el contexto regional refuerza la estrategia de Estados Unidos ya que, según Fernando de la Cuadra, «hoy se vive en la región un retroceso o una guiñada conservadora en países importantes, como Argentina o Brasil, sin dejar de mencionar a otros países como México, Colombia, Perú o Paraguay. Inclusive una vuelta al conservadurismo no se descarta incluso en Ecuador, un aliado importante del gobierno venezolano».

«Lo anterior le permite a un personaje como Trump tener el descaro de llamar a alguien como Michel Temer, un presidente comprobadamente ilegitimo, para hablar sobre los caminos para ‘fomentar el respeto a los derechos democráticos y humanitarios en Venezuela'».

Finalmente, De la Cuadra sostiene que el llamado «es realmente un chiste de mal gusto que se da precisamente en la actual coyuntura de agotamiento de los proyectos progresistas en América Latina«.

 

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