Ejército Zapatista de Liberación Nacional y pueblos indígenas repudian violencia en Oaxaca

La violencia vivida por los docentes y comunidades indígenas organizadas de Oaxaca ha provocado la solidaridad de diversas organizaciones. Desde el EZLN pidieron fin a la represión.

Por Vanessa Vargas

21/06/2016

Publicado en

México / Pueblos / Represión

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Su-rabia-es-nuestra-rabia-EZLN1Los ataques policiales en contra de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y la comunidad indígena de Nochixtlán, en Oaxaca, han provocado el repudio de diversas organizaciones sociales de todo México. Por ello, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional y los pueblos que conforman el Congreso Nacional Indígena dieron a conocer un comunicado donde señalan su rechazo a la violencia.

En la declaración, se exige el cese a la represión en contra del magisterio en lucha y la liberación inmediata e incondicional de todos los presos políticos.

«Frente el cobarde ataque represivo que sufrieron los maestros, maestras y la comunidad en Nochixtlán, Oaxaca, -con que el Estado Mexicano nos recuerda que esto es una guerra contra todos y todas-; los pueblos, naciones y tribus que integramos el Congreso Nacional Indígena y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, le decimos al magisterio digno que no está solo, que sabemos que la razón y la verdad están de su lado, que la dignidad colectiva con la que habla su resistencia es inquebrantable y ésa es la principal arma de los que de abajo somos», señalaron.

Además, los indígenas repudiaron la escalada represiva con la que «pretenden imponer en todo el país la reforma neoliberal capitalista a la que llaman “educativa”, principalmente en los estados de Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán. Con amenazas, persecuciones, golpes, encarcelamientos injustos y ahora asesinatos se quiere doblegar la dignidad del magisterio en rebeldía».

El EZLN y la comunidad indígena llamaron a los pueblos a resistir junto a la lucha del Magisterio, argumentando que la violencia de despojarlos de sus garantías laborales con el propósito de privatizar la educación es un reflejo, a la vez, «de la violencia con la que nos están despojando a los pueblos originarios, a los pueblos campesinos y urbanos».

«Quienes se regocijan en el poder decidieron que la educación, la salud, los territorios indígenas y campesinos, e incluso la paz y seguridad, son una mercancía para quien pueda pagarla, que los derechos no son derechos sino productos y servicios que se arrebatan, se despojan, se destruyen, se negocian según lo dicte el gran capital. Y esta aberración pretenden imponerla de una manera sangrienta; asesinando y desapareciendo a nuestr@s compañer@s, enviando a prisiones de alta seguridad a nuestr@s vocer@s, haciendo de la tortura descarada la mercadotecnia gubernamental y, con ayuda de los medios de comunicación de paga, equiparando con la delincuencia a lo más valioso de la sociedad mexicana, es decir a quienes luchan, no se rinden, no se venden y no claudican», consignaron en la declaración.

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