Francia aprueba el derecho a la sedación terminal

Con la nueva reforma, los ciudadanos franceses que se encuentren en situación terminal o sin curación podrán optar por someterse a una sedación profunda y continuada que alivie sus últimos momentos de vida.

Por Marta Ubeda

18/03/2015

Publicado en

Mundo / Salud

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Sedación terminal

La Asamblea Nacional francesa aprobó con 436 votos a favor y 34 en contra, el derecho de todo ciudadano francés en situación terminal o sin posibilidad de curación a una sedación profunda y continuada que alivie sus últimos momentos de vida. La Cámara Baja decidió también declarar vinculante el testamento vital del paciente al que tendrán que ceñirse los médicos, así como otorgar representación legal a la persona de confianza elegida por el enfermo para defender sus derechos sobre cómo morir.

La ley contempla que la sedación terminal, es decir, la sedación hasta la muerte, será una opcion a elegir por los pacientes conscientes que no responan a los tratamientos y cuyo diagnóstico sea irreversible; y por los pacientes cuya vida se mantenga artificialmente, a los que incluye la retirada de la hidratación y la alimentación.

La reforma de la ley recientemente aprobada por la Cámara Baja de Francia permite que los médicos administren la sedación terminal a los pacientes que lo pidan personalmente. Para aquellos enfermos que no puedan expresar su voluntad, la ley prevé que un equipo médico y la familia tomen la decisión de someter o no al enfermo a la sedación terminal y detener todo el tratamiento.

Marisol Touraine es la ministra de Sanidad francesa, una de las responsables de promover y lograr que el parlamento apruebe esta «ayuda activa a morir«. Touraine considera la reforma de la ley Leonetti -actual ley en vigor- un verdadero avance en materia social que, además, cuenta con la aceptación de la gran mayoría de la población francesa, según las declaraciones recogidas por el diario Libération.

Para promover la reforma de la actual ley Leonetti, el gobierno socialista francés quiso actuar con moderación y adoptar una posición prudente para facilitar el consenso. Así, se encargó el borrador del proyecto de ley sobre el fin de la vida al socialista Alain Claeys, y al derechista Juan Leonetti, redactor de la actual ley que entró en vigor en 2005.

Los izquierdistas y ecologistas consideran esta reforma como una «solución decepcionante» ante su deseo, y el de 120 diputados socialistas, de avanzar hacia la legalización de la eutanasia. Las principales diferencias entre la eutanasia y la sedación son la intencionalidad y el proceso, ya que mientras en la sedación el objetivo es aliviar el sufrimiento del enfermo mediante la prescripción de fármacos, en la eutanasia se busca la prescripción de fármacos en dosis letales para provocar la muerte del paciente y liberarlo así de su sufrimiento.

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