Hablar correctamente sobre el suicidio podría salvar muchas vidas

Instituciones promueven campañas en el Día Mundial para la Prevención del Suicidio

Al menos 800.000 personas se suicidan al año en todo el planeta, de acuerdo con las cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El ente internacional reveló que ésta es la segunda causa de fallecimiento entre jóvenes de 15 a 29 años.

Antonio Lozano, vicepresidente de la Federación de Asociaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental  (FEAFES), organización que funciona en España, advierte que aproximadamente el 80 % de las personas que se suicidan lo hacen por algún problema de salud mental.

“El suicidio no es un acto de cobardía, es un acto de sufrimiento, en el que influyen múltiples factores: sociales, laborales”, aseveró Lozano, quien es promotor con el Observatorio de Salud Mental, de una campaña dirigida a los medios de comunicación sobre buenas prácticas para el tratamiento de noticias relacionadas con el suicidio, reseñó El diario.es.

La campaña persigue prevenir las conductas suicidas, promocionar la imagen positiva de las personas con trastorno mental grave y combatir el estigma que todavía sufre este colectivo. 

“Entre las buenas prácticas se destaca la necesidad de no dar un lugar prominente a las historias de suicidio; no difundir mitos, ni usar un lenguaje que lo normalice; evitar describir el método, el sitio o la ubicación, así como no usar la palabra suicidio en el titular, ni colocar material gráfico en lugares destacados”, señaló Lozano durante la presentación de la campaña, a propósito de la conmemoración este 10 de septiembre del Día Mundial para la Prevención del Suicidio. 

“Es recomendable usar estadísticas y fuentes de información fidedignas; publicar indicadores de riesgo y señales de advertencia; resaltar la información exacta sobre dónde buscar ayuda; no destacar suicidios de celebridades o lamentar la muerte de la persona, no glorificarla; y visibilizar a las personas que han conseguido hacer frente a su sufrimiento o malestar”, agregó.

Los expositores destacaron que las muertes por suicidio aumentaron en España en 2017 un 3,1 % en relación al año anterior, hasta registrar 3.679, y en Extremadura 82 personas se quitaron la vida en 2016, de los que 66 eran hombres y 16 mujeres. 

Suicidio en jóvenes

El consejero de Sanidad, José María Vergeles, destacó que llama la atención sobremanera que el suicidio sea una de las principales causas de muerte en edades jóvenes y la segunda causa de fallecimiento entre personas de 15 y 29 años.

Vergeles insiste en que con la prevención de este problema de salud pública, hay «un beneficio para la persona que tiene la conducta suicida, porque no culmina este hecho, y se evita sufrimiento a las personas de su entorno cercano». 

No se trata de «no hablar del suicidio, sino hacerlo de forma preventiva» y evitar el «sensacionalismo y planteamientos simplistas», aclaró Inmaculada Valero, técnica del Observatorio.

Acto de desesperación total

Entre los múltiples recursos que se han puesto a disposición de la colectividad mundial es el Teléfono de la Esperanza, una organización no gubernamental (ONG) de voluntariado que ofrece un servicio integral y gratuito de apoyo a las personas que se encuentran en situación de crisis.

Para su presidenta, Magdalena Pérez, el suicidio «no es una situación que se da de un día para otro, es el último acto de desesperación total, en el que la persona ni siquiera puede moverse para buscar ayuda».

Añadió que «se pueden hacer muchas cosas» y «en muchos casos» el suicidio «se puede prevenir, haciendo un trabajo desde el principio, poniendo recursos de apoyo para situaciones de crisis».

Pérez aboga por «hablar correctamente» del suicidio, «escucharnos y conocer los recursos de ayuda» como forma de «atajarlo», dijo en declaraciones a Europa Press.

Señaló que existen muchos «mitos» alrededor del suicidio y uno de ellos es que hablar de ello «empuja» a cometerlo.

«Pero es una creencia errónea, porque si no preguntamos no podemos ayudar y, si una persona está atravesando una situación crítica, hablar le da la posibilidad de desahogarse, sentirse escuchado y buscar recursos de ayuda», explicó.

Sin embargo, «si no hablamos de ello, o lo hacemos de forma incorrecta no podemos trabajar en la prevención», añadió al tiempo que considera necesario dar a conocer los recursos que existen.

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