El astrólogo Pablo Lendero realizó un resumen de las personalidades masculinas en función de su signo zodiacal, que fue publicado por el sitio web EM. Se crea o no en ello, lo cierto es que la mayoría de las personas sentimos cierta curiosidad por conocer qué tienen los astros que decir sobre nuestra forma de ser y actuar en la sociedad.
Estas son algunas de las conclusiones del especialista:
El Hombre de Aries. Los hombres Aries están llenos ideas y energía creativa. Mantenerse a su altura puede ser agotador, pero vale más que lo hagas, mentalmente por lo menos. Cuando se trata de amor, su actitud desaprensiva es asombrosa. Se embarcará en una aventura, con la total seguridad de que es el único amor verdadero, casi de una manera épica, solo comparable con el amor de Romeo y Julieta. Si la relación se rompe, el juntará los pedazos y heroicamente tratará de salvar el difunto romance. Si es irreparable, empezará todo de nuevo, con una nueva Julieta, como si fuera la primerísima vez. Por más errores sentimentales que haya cometido, el Ariano está seguro de que su verdadero amor, su alma gemela, está esperándolo en su próxima conquista. Y a menos que seas una mujer de Escorpio, el hombre de Aries es tan apasionado como pudiera soñarlo cualquier mujer. No es mucho lo que deja por desear.
El Hombre de Tauro. El hombre de Tauro puede tardar mucho tiempo en decidir si te quiere como mujer. No será él quien se arroje con un salto olímpico a la pileta del romance, sin antes ver que haya agua en la que nadar. Pero una vez que haya llegado a la decisión de que sos vos, y una vez que su objetivo sea conquistarte, hará que el más romántico parezca un aficionado. Puede incluso avergonzar a un Leonino flechado y al apasionado Escorpio. Tu sensato, lento, práctico y decidido hombre de Tauro es capaz de enviarte todos los días una rosa roja hasta que te rindas a su insistencia… Para casarte, o para lo que fuere. Incluso, te puede escribir una carta de amor y enviártela tímidamente, sin firmarla, seguro de que vos sabrás quien la manda. Como enamorado, Tauro es tierno, suave y protector. Su naturaleza sensual le hará sensible a tus perfumes, a la suavidad de tu piel y al brillo de tu pelo. Es posible que no te lo diga directamente, pero encontrará la forma de hacerte llegar el mensaje. En el Toro, el sentido del tacto es una cosa concreta.
El Hombre de Géminis. Al hombre típico de Géminis le gusta la gente; cuanta más gente hay, mas contento está. Es raro el Geminiano que no sea el primero en generar una conversación. Tiene un gusto exquisito, es abundante en comentarios ingeniosos y sus halagos son obras maestras de cálida sinceridad. Con su habitual e impecable dominio de los modales y su instinto social, es quien mantiene una reunión, en más de un sentido. Si llegás a conocerlo en una reunión social donde él esté representando su fascinante acto de las personalidades múltiples, no tenés salvación: quedarás convencida de que es el hombre más atractivo, interesante e inteligente que hayas encontrado jamás. Seguramente en la primer cita las horas pasarán en un abrir y cerrar de ojos, mientras conversan, te reís de sus ingeniosos chistes y te derretís bajo su encanto cálido y alegre. Èl te dirá “te quiero” de cien maneras diferentes, como no podría hacerlo nadie más en el mundo. Al día siguiente te llamará por teléfono para cancelar la cita que tenían sin ningún motivo aparente… Y vos vas a empezar a imaginarte toda clase de cosas. ¿Hablaba en broma cuando dijo que me quería? ¿Estará saliendo con otra? ¿Tendrá algún problema? Una semana después, Géminis reaparece, ¡como si nada!
El Hombre de Cáncer. El hombre Cáncer puede ser alocado y voluble, pero también es capaz de lealtad y sensibilidad. Sin previo aviso, ese ceño fruncido puede ceder el paso a una sonrisa. Sus ásperas quejas y sus modos gruñones van suavizándose lentamente hasta convertirse en un tono de ternura, un segundo antes de que le sacuda una risa profunda, o se sofoque en el intento de ahogarla. Cuando esté triste y pensativo te sentirás impulsada a abrazarlo para calmar su melancolía. Cuando exhiba su agudeza intuitiva, te quedarás mirándolo con admiración. Su cautela te impresionará y te deprimirá su pesimismo.
¿Qué hacer con un hombre así? ¡Solo tratar de entenderlo! No es que tenga una personalidad cambiante, son simplemente caprichos que atraviesan su conciencia, que hoy están y mañana han desaparecido. Tanto entre esos cambios anímicos como durante el tiempo que cada uno de ellos dura. Tratá siempre de recordar que aunque sus modales puedan ser rudos y distantes su corazón siempre es tierno y afectuoso, y tan desbordante de sentimiento, que es la causa de que a veces se sienta vulnerable. Entonces se retira dentro de su caparazón, para protegerse por un tiempo de sus propias emociones. Pensarás que es un verdadero cangrejo, y estarás pronta a abandonar cuando se refugie en un silencio ofendido.
El Hombre de Leo. Para el hombre de Leo es cuestión de adoración o muerte, y podés tomarlo bastante al pie de la letra. Los hombres de este signo rara vez ahorran gastos en el proceso de seducción: te llevará a los mejores restaurantes, te llenará de flores y perfumes, orgullosamente escoltada por él irás al teatro. A decir verdad: para resistirte, tendrías que tener el corazón de piedra. Es posible que a esta altura estés pensando que te sacaste la lotería.
El Hombre de Virgo. Es un hombre que vive casi por completo en un nivel material y práctico y que no ve mucho sentido en las abstracciones. Tendrás que hacer un gran esfuerzo para llevarlo hasta algún lugar que se aproxime al umbral de una relación. No es de los que irán a cantar serenatas bajo tu ventana; tendrás una larga y solitaria espera en tu balcón iluminado por la luna hasta que él se decida a trepar por la enredadera. A la hora del amor, Virgo busca calidad, no cantidad. Y como la calidad es su prioridad, tienen muy pocas situaciones amorosas auténticas, y las pocas que tienen están, con frecuencia, teñidas de sacrificio o alguna forma en la que sienta que es útil para la otra persona. La reacción de Virgo ante una decepción es, normalmente, sumergirse en el trabajo más difícil que encuentre. Ya ves que tendrás que valerte de una estrategia y una paciencia considerables. El instinto básico de Virgo es la castidad, y de el sólo se aparta por una buena causa o por una auténtica mujer.
El Hombre de Libra. Para el hombre de Libra, tomar una decisión no es tarea fácil, casi tanto como domar un jabalí salvaje. Y una vez que la toma, si sospecha que cometió un error, puede cambiarla sin previo aviso. La palabra amor y la palabra Libra son prácticamente sinónimos. Libra inventó el romance y lo refinó hasta convertirlo en un arte. El hombre de Libra aborrece la confusión y realmente necesita armonía para mantener su estabilidad. Su hogar debe ser un bello oasis tranquilo que lo aísle de la ruidosa discordia del mundo exterior, para que su balanza esté permanentemente desequilibrada. Como él rara vez indaga en los motivos, vos vas a tener que ser lo bastante despierta como para adivinar por qué nunca está en casa, o por qué -cuando está- se pasa todo el tiempo durmiendo. Recordá que la introspección no es su fuerte, de modo que el analista tenés que ser vos.
El Hombre de Escorpio. Si te enamoraste de un hombre de Escorpio, y la palabra pasión te da miedo, ponete unas zapatillas cómodas y escapá como si te persiguiera un dragón, porque Escorpio lo es.
El hombre de Escorpio te dejará perpleja con sus dos rasgos característicos: la pasión y la razón. Tiene dominio sobre ambos ya que su signo está igualmente regido por el intelecto y las emociones. Escorpio es algo más que inteligente, y si es un espécimen muy evolucionado, tiene también una profunda veta filosófica que le lleva a indagar en los misterios de la existencia y a acercarse mucho a las respuestas. Normalmente, se rodeará de lujos y tenderá a los excesos: en la comida, las drogas, la bebida y, sí, también en el amor. Con toda seguridad ya que su confianza lo lleva a eso: jamás un romance lo asustará, lo intrigará o lo tomará desprevenido.
El Hombre de Sagitario. El hombre de Sagitario vive su vida romántica en un nivel superficial, pero lo plantea con sinceridad. Tiende a buscar relaciones frívolas, que a veces lo son en tal medida, que hasta se convierten en promiscuas. No es raro que las mujeres interpreten mal la actitud de Sagitario y piensen que la relación es más seria de lo que en realidad es; eso mismo produce a veces la impresión de que lo que él busca es una relación turbia, cuando en realidad solo quiere conseguir una amistad superficial, no física, o simplemente una mujer que sea buena compañera. Parece que en ambos sentidos él pierde. Pero como tiene suerte, de la mayoría de sus líos sale bien parado.
El Hombre de Capricornio. El hombre de Capricornio hace como si pudiera vivir sin halagos, y la forma en que reacciona cuando se le dice un halago es una prueba bastante convincente. ¿Alguna vez le dijiste algo agradable a tu Capricorniano y te decepcionaste al ver su cara inexpresiva? No te apresures. El hecho de que la especialidad de él sea el autoengaño no significa que vos también tengas que dejarte engañar. En realidad, necesita desesperadamente que le digan que es bueno, inteligente, buen mozo, deseable e interesante. Por eso, es posible que sea un poquito torpe y no sepa qué hacer cuando alguien le expresa abiertamente que lo admira, de modo que disimula su incomodidad haciendo algún chiste retorcido o ignorando el cumplido. Como Capricornio casi siempre se pone un poco nervioso en presencia del sexo opuesto, por ahí habrá alguno que insinúe torpemente situaciones ambivalentes, intente alguna indirecta o se muestre áspero, duro e insensible. No es más que su manera de demostrar seguridad, una manera típica de disimular su timidez y curiosidad ante las pasiones.
El Hombre de Acuario. A un hombre de Acuario no le gusta revelar sus auténticos sentimientos, aunque su pasatiempo favorito sea adentrarse en los sentimientos de otros. Sus propias reacciones y motivos son complejos, y él tratará de que lo sigan siendo, por el solo placer de embaucarte a vos. Sus intereses están dispersos por todas partes y por eso su amor para con la gente es tan impersonal: él asigna un valor a cada una de las personas que conoce, en tanto que el resto de nosotros reserva ese esfuerzo únicamente para la gente que representa algo muy especial en su vida.
El Hombre de Piscis. El hombre Piscis no es débil; no todos ellos son inactivos soñadores. Pero… Son muchos los Piscianos que no pueden enterrar sus viejos sueños para descubrir ideas nuevas que los lleven al éxito. Sin embargo, viven muy satisfechos ya que lo único que necesitan es ese sueño, por más que ya estén grandes para convertirse en esa estrella de rock que alimentó sus sueños de adolescencia.