Nunca es tarde para cambiar de sexo. Esta es la historia de Evelin, de 78 años, que hasta hace cuatro años, era Eduardo.
Eduardo, desde su niñez se sentía como una mujer. A pesar de que tuvo esposa, fue marinero y minerosiempre tuvo ese sentimiento por dentro, que hasta le causó epilepsia por estrés acumulado.
Ahora, a los 78 años es una mujer completamente feliz, que no se arrepiente de nada de lo que hizo en su vida, pero sí, de no haber convertido su sueño muchos años antes.