Érase una vez un sentimiento tan lindo que llegaba a doler, un estado tan hermoso que embobaba a quienes lo poseían, una dicha tan dicha que se despedazaba…el amor ha sabido deleitar nuestras vidas pero también nos ha sacudido con altas dosis de sufrimiento.
“No sos vos, soy yo”, “estoy un poco confundido”, “me gustaría que nos tomemos un tiempo” o “podemos ser amigos”, son sólo algunas de las tantas frases que han roto miles de corazones sin importar sexo o edad.
A continuación te presentamos una serie de imágenes creadas por ilustradores de diferentes países que han entendido algo: “el amor apesta” y han sabido expresarlo a través de sus trazos.
A modo de humor, ironía y un sarcasmo indescriptible se mofan de las típicas excusas para cortar una relación y nos demuestran que el amor a veces -o casi siempre- es pura porquería.
Artistas como Alberto Montt, Alfonso Casas, Sara Herranz, Marcos Severi, Sako Asko (Santiago Oliveros) y Maitena Burundarena han creado excelentes trabajos que son la perfecta síntesis del horrible (y hermosamente adictivo) dolor que se siente por amor.
El genio de Alfonso Casas crea en su libreta juegos de palabras acompañadas de tachones, borrones y un doloroso negro-rojo que nos remiten a los recuerdos más crueles de cuando hemos tocado fondo y a los deseos más íntimos de que querer estar con ese amor no correspondido.
Marcos Severi, por su parte, nos hace reflexionar con humor negro sobre las relaciones delicadas, las manipulación y los miedos. Ilustra “el querer irse y no poder”, el profundo dolor de la soledad, el extrañar tortuosamente.
Sara Herranz y Maitena nos muestran más el dolor de cabeza que nos causa el desamor y la falta de sexo.
Alberto Montt y Sako Asko nos ilustran como todos caemos alguna vez en las garras del maldito amor.
Algunos de ellos comparan estar enamorado con una especie de infierno y otros con una molesta resaca, pero todos entienden que el amor es un estado que nadie quiere perderse a pesar de que nos haga sufrir como unos condenados. Bien dijo Blaise Pascal “el corazón tiene razones que la razón no entiende”.