Por alguna razón, siempre existen cuerpos que clasificamos como ‘perfectos’. A estas figuras las conocemos como ‘ideales de belleza’ y en general es mucho más común hablar de los ideales de belleza femenina que masculinas. El problema no es sólo que estos ideales son inalcanzables, sino que además van cambiando con el tiempo e imponen nuevas exigencias en las adolescentes y mujeres jóvenes.
Por ejemplo, si antes la idea era ser tan delgada como Kate Moss y lucir una figura con pocas curvas y poco busto, ahora el ideal de belleza es más similar al cuerpo de Kim Kardashian, quien sigue teniendo el vientre plano de antaño, pero añade curvas generosas y pronunciadas.
El problema es que no todas las personas son naturalmente delgadas… e incluso si lo son, en general no tienen bustos grandes ni traseros pronunciados. Es lo natural: si pesas más. tendrás más busto y más trasero, si pesas menos, tendrás menos.
Claramente sabemos que estos estereotipos dañan a las mujeres desde edades muy tempranas pero… ¿conocemos la magnitud del daño?
El doctor en psicología Romeo Vitelli comentó el tema en una columna que escribió para Psychology Today donde aseguró que esta noción del cuerpo perfecto generaba que las mujeres tuvieran creencias erróneas de lo que era normal:
“Junto a la obsesión enfermiza con la comida, la dieta y la apariencia, también parece haber una creencia subyacente de cuál es el peso ideal y cuál es la forma corporal ideal”.
El problema se da cuando las mujeres creemos que no estamos dentro de esta ‘idealidad’ lo que no solo genera una baja autoestima, sino que además genera una percepción sesgada de la cantidad correcta de alimentos que hay que ingerir, provocando que las chicas coman mucho menos de lo que deberían.
Lo preocupante es que el mensaje que reciben las chicas, desde muy pequeñas, es que sus cuerpos son ‘malos’ o ‘imperfectos’ cuando en verdad lo bello de que seamos todos diferentes es justamente eso: que nadie es igual a otra persona, que todos somos diferentes y que cada uno tiene un cuerpo especial y particular.
Kim Kardashian tiene un cuerpo bonito, pero es un cuerpo específico a su figura y a su contextura ósea. Pensar que todas podemos, o deberíamos, ser como ella es una locura. Después de todo, la belleza, la salud y la felicidad viene en todos los tamaños.
Vía Upsocl