De nuevo una entrega de premios nos ha dejado una de esas imágenes que se ha convertido en el centro de la polémica y que, siempre ocurre, ha dado mucho que hablar. Tom Cruise fue uno de esos asistentes inesperados a la entrega de los premios Bafta, no estaba nominado, aunque en una velada en la que se reúne lo más destacado del cine británico y americano no podía faltar uno de los rostros más reconocidos. Se le vio hablando con Iñárritu y DiCaprio, grandes triunfadores, aunque no fue ese momento ni su presencia lo que ha dado la vuelta al mundo.
Ha sido él, su imagen en concreto, la que ha despertado una cierta controversia. A sus 53 años no es que Tom se conserve mal, de hecho casi se podría decir que también él ha hecho un pacto con el diablo -lo mismo se dijo de Brad Pitt en Globo de Oro-, porque su aspecto no es muy diferente del que presumía hace 30 años. ¿O sí? El debate está servido. ¿Tiene Tom una genética envidiable o su renovada y juvenil imagen es fruto de algún que otro retoque estético?
Aunque hay muchos que indican que su rostro no luce más joven, sino hinchado, lo que pudiera ser una consecuencia de alguna cirugía.
Esta es una imagen de Tom del pasado mes de agosto, en el estreno de la última entrega de Misión Imposible
Febrero 2016 / Septiembre 2015