Ser psicópata puede no ser tan malo como todos creemos, la mayoría de nosotros recordamos a American Psycho o el doctor Hannibal Lecter cuando se habla de un psicópata. El cine nos hace pensar que se trata de un monstruo infernal que es mejor nunca toparnos, pues podríamos sufrir despiadadas consecuencias. Sin embargo, no imaginamos que la mayoría de nosotros hemos interactuado con uno, con esos que consideramos “monstruos” de una sociedad civilizada.
Los psicópatas son considerados como depredadores carentes de emociones. Su nula emoción ante situaciones en las que la mayoría de nosotros nos quebraríamos los vuelve audaces. Son bastante centrados y pretenciosos con tendencias sádicas y un apetito insaciable según el doctor Hervey M. Cleckley pionero de la investigación sobre psicopatía. El psicólogo Vicente Garrido e investigador en criminalística asegura que “su mundo emocional es limitado. Está libre de alucinaciones y delirios que constituyen los síntomas más espectaculares de la esquizofrenia. Su normalidad aparente, su máscara de cordura, como él le llama, es lo que lo hace más peligroso”.
Pueden clasificarse en psicópatas primarios, los que no responden al castigo ni la desaprobación, no experimentan emociones genuinas y son incapaces de tener un proyecto de vida; secundarios, caracterizados por ser arriesgados pero proclives a reaccionar ante el estrés y no son considerados psicóticos por completo; los descontrolados que se enfadan fácilmente y tienen extremo frenesí ante algunas situaciones, con un ansia tal que tienden a drogarse o robar; y los carismáticos, caracterizados por ser mentirosos encantadores que utilizan sus habilidades para manipular a los otros.
Sin embargo, la mayoría de los psicópatas y enfermos mentales viven en la cotidianidad, sin ser más peligrosos que la mayoría, Su enfermedad puede deberse a desórdenes orgánicos del cerebro o desequilibrio hormonal. Muchos de ellos lideran al mundo y otros más, nos protegen de los crímenes que podrían acabar con el planeta. te presentamos algunos datos sobre los psicópatas que te harán preguntarte si todo lo que conocías sobre ellos ha sido una mentira.
Seguramente te has cruzado con uno hoy
Las probabilidades de que hayas cruzado con uno en tus actividades diarias son muchas. Tal vez sea el profesor que no te dejó entregar la tarea después de que la clase finalizó. Los psicópatas caminan sin ser detectados a nuestro lado, ni siquiera los expertos tienen un método para identificarlos. Las pruebas que se hacen en los prisioneros son la mejor manera para conocerlos pero a simple vista o con un examen superficial, la tarea se hace casi imposible. El mejor descubrimiento de la ciencia es asegurar que de la población en general, uno de cada cien podría ser un psicópata. Lo que quiere decir que si vives en una ciudad relativamente grande, probablemente te has cruzado con al menos dos psicópatas de camino a casa.
Los psicópatas están destinados a ser los jefes de otros
Aunque uno de cada cien tiene tendencias psicópatas en la vida cotidiana, cuando un estudio analizó las carreras y empleos con más psicópatas descubrió algo bastante escalofriante. La cifra se cuadriplicó al analizar a los jefes y aquellos que tienen puestos de mando, esos que tienen tendencias psicópatas están genéticamente predestinados a convertirse en los jefes de los otros. La mayoría de los psicópatas no tienden a matar a sus subordinados, simplemente no les importan los demás, el único objetivo es él y su placer.
Los psicópatas y héroes tienen muchas similitudes y pueden ser uno mismo
Héroes y psicópatas pueden calificarse como caras de la misma moneda. Ambos son propensos a la impulsividad, a romper las reglas y desafiar a la autoridad. El asesino en serie Ted Bundy fue voluntario para una línea de prevención de suicidios.
A los gobiernos les encantan los psicópatas
Cuando se trata de la supervivencia de una nación o simplemente de ganar una guerra, los psicópatas pueden ser los mejores aliados por su habilidad natural por asesinar. Ellos no sienten temor ni arrepentimientos por su incapacidad de comprender el dolor del otro e imponer su poder y autoridad ante los otros. Un artículo de la milicia titulado “Natural Killers, pueden cambiar la marea de la batalla” asegura que lo más importante para los militares es permanecer emocionalmente desconectados y ser asesinos carismáticos para el desarrollo de la batalla; el asesino perfecto, según el Mayor David Pierson, autor de este artículo, es quien”disfruta el combate y no siente remordimiento por matar al enemigo”, un verdadero piscópata.
Son los líderes económicos del mundo
El psicólogo de la Universidad de Oxford Kevin Dutton, asegura “los psicópatas se impulsan por la recompensa, si ven el beneficio económico de algo, se enfocan en eso y van por él”. Aquellos por los que tiene que pasar no significan nada para ellos, de hecho, hay evidencia de que grandes bancos de inversión han fomentado activamente la contratación de psicópatas, pues ellos trabajarán el máximo posible para hacer más dinero para ellos y para la empresa.
Pueden ser los mejores compañeros en un momento de crisis
En un momento de crisis apocalíptica, los psicópatas pueden ser los mejores compañeros por su incapacidad para ser empáticos y su frágil moral. Un archivo recientemente desclasificado del Ministerio Interior del Reino Unido examinaba cómo Gran Bretaña se recuperaría de un ataque nuclear de gran escala, la científica Jan Hogg asegura que los psicópatas serían la única solución: su incapacidad para sensibilizarse con los demás harían que fueran de gran ayuda para las víctimas más afectadas del desastre. Las imágenes de guerra más crueles no les afectarían en lo más mínimo según investigaciones.
Los psicópatas pueden caracterizarse por tener un sentido del olfato deficiente
El profesor Jason Castro determinó que los humanos pueden detectar 10 tipos distintos de olor. En cambio, los psicópatas tienen menos funciones en sus cortezas orbitales, lo que afecta su habilidad para detectar olores. La universidad Maquiarie en Sydney hizo un experimento en 79 psicópatas no criminales, a los que se les pidió identificar 16 fragancias como café, naranja o piel; ninguno de ellos tuvo una calificación aprobatoria.
Tienen patrones de discursos similares
Investigadores de la Universidad de Cornell descubrieron que cuando pedían a los psicópatas criminales hablar de sus crímenes tenían similitudes. Mientras que la mayoría de los presos hablaron sobre sus familias y sus creencias religiosas, los psicópatas estaban más preocupados por las necesidades básicas como alimentos, bebidas y dinero en efectivo. Estaban desapegados de sus crímenes y todos los describían en pasado. Además utilizaban oraciones subordinadas con conectores como porque o para que.
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