Encontrarás muchos trucos caseros para agrandar los zapatos, sin necesidad de ir a un zapatero o gastar un dineral en un par nuevo, pero más cómodo. Lleva a cabo este procedimiento sencillo… ¡sólo necesitarás agua y un refrigerador! Dile adiós al dolor por el calzado estrecho.
Si bien a todos nos gusta lucir zapatos nuevos, también es real el terrible dolor que nos proporciona el calzado a estrenar. Muchos aconsejan “ablandarlos” antes de lucirlos por todo un día, pero algunos no contamos con el tiempo necesario para hacerlo.
El dolor de pies es una de las molestias más frecuente y más invalidante que existe. Es un dolor que se sufre profundamente y se expresa incluso, a través de nuestros gestos.
Muchos factores pueden desencadenar un dolor por el calzado: el calzado puede haber quedado expuesto al sol y encogido un poco su tamaño, nuestros pies pueden aumentar de volumen, sufrir inflamación, la retención de líquidos, juanetes, etc. Si estás pensando en dejar de utilizar tu calzado favorito porque ya no te resulta cómodo, intenta agrandar los zapatos con este truco casero súper fácil. Sólo necesitarás algunas bolsas plásticas y agua. ¡Manos a la obra!
Truco casero para agrandar los zapatos.
Como casi todo en esta era, el siguiente truco casero se popularizó a través de las redes sociales. Sirve muy bien para agrandar zapatillas, zapatos o sandalias, sólo es necesario tener en cuenta el tamaño de las bolsas y la cantidad de agua.
Para comenzar, necesitarás bolsas plásticas herméticas, aptas para refrigerar. Podrás encontrarlas en cualquier mercado. Si consigues aquellas que tienen un cierre tipo Zip, mejor. El tamaño de las bolsas dependerá del calzado que quieras estirar. Por ejemplo, las bolsas pequeñas servirán muy bien si deseas agrandar los zapatos de niños, punteras o las tiras de algunas sandalias.
Luego, llena la bolsa con agua y procura cerrar muy bien para que no se escape el líquido. El agua debe ocupar un poco más de la mitad de la capacidad de la bolsa. No llenes hasta el tope.
Ubica la bolsa dentro del calzado y procura que el agua ocupe todo el interior del zapato. De ser necesario, utiliza dos bolsas.
Finalmente, lleva el calzado al refrigerador y deja hasta que el agua se haga hielo. Cuando el agua cambia de estado líquido a sólido, se dilata. Esa fuerza que hará el hielo, será suficiente para agrandar los zapatos sin ningún problema.
Algunas cuestiones a tener en cuenta…
En el siguiente video, por ejemplo, vemos cómo estirar sandalias y la puntera del calzado. En este caso, podemos colocar menos agua y utilizar bolsas más pequeñas. También observaremos cómo es importante que el agua llegue bien a cada rincón del calzado para una expansión exitosa.
A continuación, se muestra cómo agrandar el calzado para acabar con los roces y las ampollas que casi todas las mujeres sufrimos cuando lucimos algún tacón. De esta forma, tus dedos no sufrirán ningún tipo de lesión en la parte superior. ¡OBSERVA CON ATENCIÓN!
a
Vía: Medicina Natural