El lado flaco: 4 batallas que todas las personas naturalmente delgadas conocen muy bien

La horrible idea de que hay que sentir vergüenza por nuestros cuerpos suele estar dirigida a las chicas con curvas; sin embargo, recientemente, con la nueva tendencia hacia el positivismo corporal, las reglas han cambiado

Por Ángela Barraza

19/08/2015

Publicado en

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flaca

La horrible idea de que hay que sentir vergüenza por nuestros cuerpos suele estar dirigida a las chicas con curvas; sin embargo, recientemente, con la nueva tendencia hacia el positivismo corporal, las reglas han cambiado.

Así que la próxima vez que sientas que tienes un comentario acerca del peso de alguien en la punta de la lengua, ten en cuenta lo siguiente y nunca se lo digas si es una persona naturalmente delgada:

1. “Las mujeres de verdad tienen curvas.”

Eso me da escalofríos. ¿Acaso no soy una mujer de verdad porque no tengo curvas que se comparen con las de Jennifer Lopez o Nicki Minaj?

No me malinterpreten; porque de veras apoyo el uso de imágenes realistas en las publicidad y además creo que es genial dejar de  “photoshopear estrías, pecas y otras características que en un momento dado fueron consideradas imperfecciones, porque eso ayuda a evitar que las mujeres se comparen a sí mismas con ideales de belleza poco lógicos.

No obstante cuando una compañía usa a chicas “bien llenas” proclamando que son esos los cuerpos “reales”, realmente me hace enfurecer.

Y es que ¿Dónde diablos quedamos las chicas pequeñas?

2. “¿A dónde planeas ir a la universidad?”

La gente asume que porque soy “flaca” y no tengo carne en la retaguardia, tengo 17 años o estoy estancada en la pubertad. Supongo que apreciaré mucho que me consideraren más joven de lo que soy cuando tenga 50, pero no ahora, que es simplemente odioso.

Y es que estoy harta de que todos crean que sigo siendo adolescente porque no tengo la figura voluptuosa de “una mujer de verdad”. De veras es complicado ser tomada en serio cuando creen que no he dejado la secundaria

3. “¿Cómo puedes comer tantos dulces?”

Sí, me gusta el azúcar. Y todo el mundo siente la necesidad de preguntarme cómo diablos es posible que coma tanta basura y aún así me mantenga tan “flaca”.

Bien, eso se llama metabolismo. El mío es rápido y lo heredé de mi papa.

Yo acostumbro comer sano la mayoría del tiempo porque así me siento bien, pero cuando me consiento con algo de basura, siempre terminan viéndome mal y haciendo comentarios extraños.

4.“¿Por qué necesitas ir al gimnasio?”

Para no enfermar del corazón a los 35 y para tener algo de tono muscular en mis brazos de palillo. También para tener una buena dosis de endorfinas en mi sistema.

Sucede que me gusta sentirme saludable y feliz y por eso voy a gimnasio, además son muy flexible y el yoga se me da muy bien. Sólo hago algo en lo que soy buena y eso es todo.

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