Hace dos años, Nong Guang, una mujer tailandesa de 41 años se inyectó relleno dérmico para reducir los efectos de las líneas de expresión. Nunca pensó que lamentaría dicho procedimiento. Un par de años después, Nong Guang tenía una grave infección producto de las inyecciones. Ella acudió a la Clínica Teeraporn en Bangkok a principios del mes de abril, avisando a los doctores que tenía un bulto en la frente y el dolor era insoportable.
Los cirujanos le hicieron a Guang una pequeña incisión en la parte superior de la frente, que les permitió aplicar presión para extirpar el bulto de pus. Dicha intervención duró diez minutos. Después el área fue suturada para prevenir otra infección. Según medios locales, la paciente se encuentra estable.
“La paciente llegó a nosotros después de la cirugía de la inyección de relleno en la frente. La zona estaba infectada y su frente era muy suave”, dijeron los médicos.
El video se ha viralizado en redes sociales. El clip y las fotos han tenidos distintas reacciones. Lo que más genera impacto es la manera en que el doctor aprieta la bola y salen una cantidad impactante de pus y sangre, totalmente desagradable.
Advertimos que el video puede herir susceptibilidades.