Unos rescatistas de la Furry Nation Salvation en Florida, encontraron una jaula de pájaros y no podían creer lo que vieron adentro: una gata de un año de edad. El hecho era lamentable, no sólo por el tamaño de la jaula sino por las condiciones en las que estaba el pequeño espacio: lleno de pulgas y sin un sólo lugar limpio.

A la gata la tenían en el patio trasero de una casa, con un plástico que cubría la jaula para “protegerla” de la lluvia.
Durante todo su año de vida, había vivido en esas condiciones. Los rescatistas hicieron algo de inmediato. Se la llevaron y le hicieron un tratamiento contra las pulgas que estaban devorando su cuerpo. Además tenía infecciones en la piel y en la vejiga.

Para Holly Peppermint (así se llama ahora) fue muy impactante su cambio de vida.
Había vivido en un espacio diminuto mucho tiempo, así que ver tanto espacio le parecía extraño; se movía con cautela y no recorría mucho pues no estaba acostumbrada. Pero pronto se fue adaptando y empezó a recuperarse.
Antes de ponerla en adopción, unos amigos del grupo de rescate se la llevaron a casa.

Ahora vive con una familia amorosa, tiene un hermano gato de 10 años, niños que la adoran y todo el espacio necesario para jugar y ser ella misma.