Horriblemente desfigurado tras un accidente con un disparo de escopeta que le voló la mitad de su rostro en 1997, Richard Norris llevó una vida de completo ermitaño durante 16 años, oculto detrás de una máscara y sólo atreviéndose a salir muy puntualmente a la calle durante la noche.
Cada día se convirtió en una verdadera pesadilla enfrentándose a su propio horror, su dolor y desesperación y a la crueldad de muchos extraños con lo que se curzaba en las contadas ocasiones en las que se aventuró a salir a la calle. Tuvo que luchar contra una adicción con los anti-depresivos y llegó a contemplar el suicidio como única salida.
Pero la medicina le ha dado un giro prodigioso a la vida de Richard, de 37 años de edad, después de que un grupo de sensacionales cirujanos realizaran una de los más complejos trasplantes de cara jamás realizados con anterioridad, dándole nuevas facciones, dentadura, lengua y mandíbula.
La intervención quirúrjica duró 36 horas y fue muy controvertida dado que Richard Norris sólo tenía el 50 por ciento de probabilidades de sobrevivivir a la operación. Pero el resultado, dos años después de la intervención y completado el proceso post-operatorio, no sólo ha supuesto una nueva vida para él, también un estudio pionero para la medicina para aprender a tratar a las víctimas de lesiones faciales graves.
La Ciencia es absolutamente fascinante. Y lo que es capaz de hacer la Medicina nos deja absolutamente maravillados..
via dailymail