De pesar solo tres kilos y tener su piel cubierta de pelo debido a un problema de malnutrición a ganar peso y mostrarse sano. Ese ha sido el cambio radical de Ryan, un niño de siete años que se encontraba en un estado crítico a pesar de los esfuerzos de las cuidadores de su orfanato en Bulgaria para que se curase. Cuando Priscila Morse decidió adoptarlo fue un punto de inflexión en la vida del pequeño.
La mujer, tras ver en 2015 el estado del pequeño por Facebook, decidió que debía ayudarle y le llevó a su casa de Nashville, en el estado norteamericano de Tennessee, según The Sun.
Ahora, ya cumplidos los ocho años, Ryan ha cogido peso y mejorado su estado de salud desde que fue adoptado. Su nueva madre cuenta que ella también fue acogida por una familia: «Cuando vi la foto de Ryan en el orfanato, me acordé de que mi hermano necesitaba cuidados similares antes de morir»
Fue en julio de 2015 cuando Priscila vio a Ryan por primera vez para preparar la documentación del viaje. Unos meses después pudo llevárselo por fin a Estados Unidos. La nueva madre asegura que en Bulgaria no hay fondos suficientes para cuidar a los niños y apunta a que el pequeño lo único que necesitaba era ser alimentado para no morirse de hambre.
«Me dijeron que si esto hubiera pasado en América hubiera salido en los medios» al ser es extraño que un niño de siete años sufra esta malnutrición. «Ni si quiera confiaban en que pudiera recuperarse». Poco a poco el Ryan consiguió ganar peso, aunque «le llevó unos meses adaptarse a la comida» . Ahora el pequeño come sin el tubo, aunque le llevará años poder realizar una dieta normal.
La familia, que ha abierto una página en Facebook para mostrar el progreso del niño ( ‘Saving Baby Ryan’), teme que los resultados médicos muestren que el pequeño haya sufrido algún daño cerebral.
Vía El Correo
Hazte socio 👍
Con tu donación aportas a la sostenibilidad económica y existencia de este medio.
Elige cómo quieres aportar a la existencia y financiamiento colectivo de este medio!
Reveniu 
