Las ideas pequeñas pueden hacernos grandes; bajo esta idea comenzó una de las compañías más grandes del mundo: Walt Disney. Walter Elias Disney fue un niño que creció en un ambiente idílico y después pasó a vivir la realidad del sueño americano.
Cuando era joven su padre se quedó sin trabajo, por lo que él tuvo que comenzar a trabajar repartiendo periódicos en la madrugada. A veces se levantaba a las 12 de la noche para comenzar a repartirlos, en ocasiones con la nieve hasta las rodillas; después tenía que ir al escuela como si nada pudiera afectarle. En esa época Disney comenzó a soñar despierto. Sus sueños eran pequeños, como los garabatos que siempre hacía en lugar de prestar atención a las clases. Esos sueños se fueron transformando en algo cada vez más grande. Los garabatos pasaron a ser grandes dibujos que le permitirían adentrarse en el mundo de la animación y revolucionar la industria para siempre.
Los sueños pequeños pueden desembocar en grandes cosas, y es por eso que hacemos homenaje a Disney con tatuajes pequeños, inspirados en su legado porque la adicción a la tinta es tan grande. Un dibujo o diseño puede recordarnos nuestra infancia, película favorita o incluso estilo de vida; después pueden convertirse en tatuajes y sueños más grandes.