Un hogar de ancianos no es el mejor refugio para una persona en la última etapa de su vida. Desafortunadamente, para algunas familias podría ser la única opción. Cuando un pariente anciano está gravemente enfermo y no tiene a una persona que le atienda como se merece, muchas veces es alojado en una residencia con especialistas, graduados para este fin.
Pero ésta no siempre resulta ser la decisión correcta. Un día, cuando Kamil fue a visitar a su madre, notó un horrible hematoma en su cara. Preguntarle a su madre no era una opción, pues la anciana padecía la enfermedad de Alzheimer, y su memoria estaba llena de espacios vacíos.
De inmediato, el hombre decidió quejarse a la dirección de la clínica y, en secreto e ingeniosamente, decidió instalar una cámara oculta en la habitación de la madre. ¡Luego de revisar el material grabado, horrorizado con lo que vio, Kamil se dirigió directamente al director de la institución!