Sindicato de Peonetas de Coca-Cola denuncia despidos ilegales y persecución tras cierre de RETCO

La embotelladora Andina es señalada como causante de una estrategia para desarticular organizaciones sindicales, camuflada bajo el cese de operaciones de su empresa de transporte, RETCO, según lo informado por Gerardo Foquett a El Ciudadano.

Sindicato de Peonetas de Coca-Cola denuncia despidos ilegales y persecución tras cierre de RETCO

Autor: Ivette Barrios

La embotelladora Andina es señalada como causante de una estrategia para desarticular organizaciones sindicales, camuflada bajo el cese de operaciones de su empresa de transporte, RETCO.

Una nueva disputa laboral sacude el sector del transporte ligado a Coca-Cola Chile, luego de que la Dirección del Trabajo intentara mediar sin éxito los días 3 y 5 de junio entre el Sindicato Interempresa de Conductores, Peonetas y Reponedores de Chile (SICPREC) y la empresa Red de Transportes Comerciales Ltda. (RETCO), una firma que los trabajadores asocian directamente con la embotelladora Andina.

Gerardo Foquett, Presidente de la Federación Nacional de Sindicatos de Peonetas de Coca-Cola (FENASIPEC), relata que tras el anuncio del cierre de la bodega donde operaba RETCO en Santiago Centro, a empresa, creada y administrada por Andina, notificó a los trabajadores el 28 de marzo de 2025 sobre la pérdida de una licitación. De este modo, indicaron que se les pagaría a todos sus finiquitos. Sin embargo, para los dirigentes sindicales, la propuesta fue una reubicación que a su juicio, ocultaba un intento de desmantelar el fuero sindical.

Foquett denuncia que RETCO nunca tuvo independencia real de la embotelladora Andina, actuando como una extensión de ésta: «siempre nos dijeron que RETCO era pariente cercano, que cualquier decisión pasaba por ANDINA. Si faltaba algo, la orden de compra la emitía Andina, si había que arreglar algo, lo hacía gente de Andina«, explica. Esta falta de autonomía se contrasta con una estructura jerárquica en RETCO, con «muchos caciques y pocos indios«, dice Foquett, lo que hacía la empresa inviable en sus números, pero siempre con dinero de más para ir en contra de las organizaciones sindicales.

El dirigente sindical relató que en noviembre de 2023, la empresa ofreció aproximadamente 240 millones de pesos para cerrar los contratos de seis trabajadores del sindicato de conductores en Rancagua: “lejos de ser una compensación justa, ese monto fue lo único que lograron obtener tras años de explotación, hostigamiento y condiciones laborales indignas impuestas por el empleador”, señaló, agregando que “cada uno recibió cerca de 40 millones de pesos, una suma que, si bien puede parecer elevada fuera de contexto, en realidad representa apenas un mínimo reparo frente a la precarización sufrida: jornadas extenuantes, falta de respeto a las leyes laborales, traslados arbitrarios, cambios constantes de camiones y rutas, y un ambiente de persecución sindical permanente”. Para la Federación, este pago es una evidencia más de la política antisindical que Coca-Cola Andina ha promovido a través de sus empresas contratistas.

La situación actual replica este patrón de persecución. El día 28 de marzo se les notifica que RETCO perdió la licitación de Santiago Centro, y que a todos los trabajadores se le iba a entregar una carta aviso y más un pago correspondiente: “en el caso de los dirigentes, se nos hacía una propuesta económica para irnos, y como era ilegal, nos proponían reubicarnos”, confesó Foquett, quién junto a su compañero Cristian Quevedo, aceptaron las reubicaciones en Huechuraba y Renca, respectivamente, lo que que implicaba cambios drásticos de funciones, horarios y condiciones laborales.

Foquett además exigió garantías de seguridad, citando un altercado con el Gerente de Operaciones de RETCO, Christopher Naeter, quien el día en que se conocieron: “llegó con dos ex dirigentes de la Federación a pegarme, por lo tanto, desde siempre tuve esa desconfianza”. Este intento de agresión relatado por Foquett sería una agresión motivada por una denuncia sindical sobre la falta de baños para los peonetas en Renca, un hecho que hicieron público.

Los trabajadores denuncian además la existencia de una evidente red de corrupción entre altos cargos de la embotelladora Coca-Cola Andina y un grupo de dirigentes sindicales pertenecientes a las empresas subcontratistas del área de distribución. Esta red ha operado bajo una lógica de manipulación y chantaje hacia los trabajadores, llevándolos a firmar sus finiquitos sin ejercer reserva de derechos, bajo la amenaza de perder sus fuentes laborales y la promesa de ser recontratados en condiciones aún más precarias.

Ejemplo de lo anterior es lo que ha sucedido en Rancagua el 9 de mayo del presente año, donde los trabajadores fueron citados a una «capacitación obligatoria» que resultó ser una trampa, ya que el sábado siguiente a las 8 de la mañana, un notario los esperaba con los finiquitos. Muchos fueron forzados a firmar sin leer los documentos, y se les impidió ejercer la «reserva de derechos», según el líder sindical.

El presidente de FENASIPEC enfatiza la indignación de los trabajadores por la manipulación y la presión ejercida en Rancagua, donde incluso aquellos con licencias médicas fueron citados y amenazados para no ejercer sus derechos. La empresa RETCO, en su afán por desvincular a los dirigentes que denuncian las irregularidades, busca dejarlos sin recursos, evidenciando una clara presión económica para forzar su salida.

La Dirección del Trabajo, según Foquett, ahora está preparando una demanda para exigir el pago de los salarios adeudados y su reincorporación en faenas por tener fuero sindical. Por su parte, la empresa se niega a la reincorporación, argumentando que el cierre de la compañía extingue el fuero sindical, tal como consta en el Acta Final de Mediación del 5 de junio. La Federación y el sindicato SICPREC continuarán la lucha legal según lo declarado a El Ciudadano, esperando que la justicia chilena ponga fin a estos abusos.

Sin embargo, la situación se extiende a otras ramas, ya que en este momento, SICPREC se encuentra en negociación colectiva con la empresa Logística S.A. por un convenio con 28 socios. La empresa alega que muchos de estos trabajadores no pueden negociar al estar ya en otro sindicato, algo que los empleados desconocen, pues nunca han pagado cuotas ni participado en tales procesos. Foquett denuncia que el mismo día que estos trabajadores firman su contrato de inicio en Logística S.A., también firman un papel que los amarra a un sindicato sin su conocimiento o consentimiento, fragmentando sus fuerzas y vulnerando la libertad sindical.

De los 28 socios, solo 13 pueden negociar ahora, mientras que los 15 restantes deberán esperar hasta agosto del próximo año para gozar de nuevos beneficios. La próxima semana, el SICPREC votará la huelga ante la negativa de la empresa a ceder en la negociación: “igual es complejo porque los trabajadores se ilusionan con tener una negociación, buscar una mejora”, lamenta Foquett, evidenciando la precarización y el desamparo que sienten los trabajadores ante estas prácticas antisindicales por las empresas contratistas de Coca-Cola.

Para conocer más sobre la situación de los trabajadores peonetas de Coca-Cola revisa la entrevista realizada por el Director de El Ciudadano a Gerardo Foquett, presidente de la FENASIPEC.


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