Durante la misa de Pentecostés, el papa León XIV lanzó un firme llamado a rechazar el nacionalismo político que, a su juicio, fomenta la división y el aislamiento entre las comunidades. El pontífice enfatizó que este tipo de posturas alejan a las personas unas de otras y alimentan prejuicios, creando muros que separan a los pueblos y a las clases sociales.
León XIV destacó la importancia de que la Iglesia y la sociedad en general derriben las barreras que excluyen a grupos vulnerables y fomenten la apertura entre los diferentes sectores y razas. Su mensaje estuvo marcado por un énfasis en la necesidad de superar la “lógica de la exclusión” para construir un mundo más justo y fraterno.
Sin mencionar directamente conflictos o actores políticos específicos, el papa insistió en que los líderes mundiales deben tener la valentía de promover el diálogo y la distensión, priorizando la armonía social sobre la confrontación y la separación.
A su vez, destacó que el amor y la solidaridad deben prevalecer por encima de cualquier distancia o separación física y simbólica, y que las fronteras más importantes a derribar son aquellas que se levantan en los corazones de las personas.
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Con este mensaje, León XIV reafirma una postura pastoral centrada en la inclusión y la fraternidad universal, insistiendo en que el nacionalismo excluyente representa un obstáculo para la paz y el bienestar común.
Foto: Redes
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