Caso Wallace: Juana Hilda González abandona el Cefereso de Morelos tras 19 años sin sentencia firme

Ciudad de México, 12 de junio de 2025.- Después de casi dos décadas en prisión sin recibir una sentencia firme, Juana Hilda González Lomelí recuperó su libertad la noche de ayer, marcando un hito significativo en el controvertido «Caso Wallace». Su liberación, aprobada por mayoría de cuatro votos en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), abre un nuevo capítulo en uno de los expedientes judiciales más polémicos de la historia reciente del país.

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González Lomelí, quien permanecía recluida en el Centro Federal de Reinserción Social (Cefereso) número 16, abandonó el centro penitenciario alrededor de las 23.00 horas. A su salida, la recién liberada declaró ante los medios presentes:

La decisión de la SCJN sienta un importante precedente para las otras personas que aún permanecen detenidas por el Caso Wallace: Brenda Quevedo Cruz, Jacobo Tagle Dobin, y Tony Alberto Castillo Cruz. La falta de una sentencia firme en un plazo razonable, así como la obtención de confesiones bajo tortura,, argumentos centrales para la liberación de González Lomelí, podría desbrozar el camino para la eventual liberación de los coimputados, cuyos procesos también se han extendido por años.

Este desarrollo judicial se entrelaza con las revelaciones recientes que han puesto en tela de juicio la narrativa oficial del caso. En marzo de 2025, Claudia Muñoz, madre de una de las hijas de Alberto Wallace (la persona por cuyo asesinato encarcelaron a Juana Hilda), acudió a una corte de Oklahoma para rendir testimonio de que Hugo Alberto Wallace la llamó un año después de su supuesto asesinato. Según el artículo «Hugo Alberto Wallace: el muerto vivo» (MILENIO, 13 de marzo de 2025), de Ricardo Raphael, durante esta diligencia, el representante de la Fiscalía General de la República (FGR) asumió un papel que, en lugar de buscar la verdad, parecía enfocado en desacreditar el testimonio de Muñoz, negando la existencia de la llamada telefónica.

La salida de Juana Hilda González Lomelí no solo es una victoria personal, sino que también reaviva la esperanza de que la verdad prevalezca y se haga justicia para todos los involucrados en este complejo y abigarrado caso.

FOTOGRAFÍA: X

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