Columna de Opinión

Bibliometría y los intereses de los grandes consorcios editoriales

El control oligopólico de las editoriales opera como un dispositivo neocolonial que refuerza las desigualdades entre el Norte y el Sur Global. Este fenómeno, denominado «colonialismo algorítmico», se manifiesta en criterios de indexación y métricas que perpetúan la dependencia epistémica.

Bibliometría y los intereses de los grandes consorcios editoriales

Autor: El Ciudadano

Por Ricardo Castro Santis

La bibliometría se ha consolidado como un instrumento central en la evaluación científica, promovido activamente por gobiernos, agencias de financiamiento y, de manera destacada, por los grandes consorcios editoriales. Estos actores han encontrado en los indicadores bibliométricos una herramienta estratégica para reforzar su hegemonía en el mercado de las publicaciones académicas. Sin embargo, cada vez surgen con más fuerza voces críticas que denuncian la mercantilización del conocimiento y abogan por prácticas más democráticas en su acceso, especialmente cuando se trata de investigación financiada con recursos públicos. Este debate, presente tanto en Chile como a nivel global, revela tensiones profundas en el sistema científico contemporáneo.

Los principales indicadores bibliométricos son controlados por empresas privadas: Clarivate Analytics posee el Journal Impact Factor (JIF) y la Web of Science, mientras que Elsevier es dueña de Scopus y CiteScore. En la actualidad, las cinco mayores editoriales científicas (Elsevier, Springer Nature, Wiley, Taylor & Francis y SAGE) concentran más del 50% de las publicaciones (Larivière et al., 2015), un aumento significativo frente al 20% que controlaban en 1973. Este modelo no se limita a la venta de suscripciones; incluye también la monetización de datos de citaciones, creando un ciclo perverso donde las instituciones pagan por publicar, por acceder a la literatura y, finalmente, por evaluar su desempeño mediante métricas patentadas.

La concentración editorial genera distorsiones tanto en los temas investigados como en el impacto de las publicaciones. Esta dinámica ejerce presión sobre los investigadores, quienes, en su búsqueda por mejorar sus indicadores, se ven obligados a priorizar ciertas áreas temáticas, perpetuando así el sesgo. Un ejemplo paradigmático es el caso de la investigación en salud: más del 90% de los recursos globales se destinan a enfermedades que afectan solo al 10% de la población (la denominada «brecha 10/90») (Global Forum for Health Research, 2004). Revistas de alto impacto (The Lancet, NEJM, JAMA) publican predominantemente estudios sobre enfermedades crónicas y tratamientos costosos, mientras que las enfermedades tropicales son desatendidas (ETD) y reciben escasa atención (Hotez et al., 2016; Kilama, 2009). Patrones similares se observan en economía, donde el 75% de los artículos en revistas líderes (QJE, AER, Econometrica) analizan países de altos ingresos, y menos del 5% de sus autores provienen de instituciones latinoamericanas (Heckman & Moktan, 2020).

El control oligopólico de las editoriales opera como un dispositivo neocolonial que refuerza las desigualdades entre el Norte y el Sur Global. Este fenómeno, denominado «colonialismo algorítmico» (Ventura & Amaral, 2025), se manifiesta en criterios de indexación y métricas que perpetúan la dependencia epistémica. Cerca del 98% de los artículos científicos se publican en inglés (Hart, 2015), independientemente de la lengua materna de los autores. Otra práctica recurrente es el “helicopter research”, donde investigadores de países ricos realizan estudios en naciones de menores ingresos con mínima participación local (Lambert et al., 2024). Esta columna de opinión no está exenta de este fenómeno y el lector podrá observar que la mayoría de las citas son de trabajos escritos en inglés.

La presión por mejorar los indicadores bibliométricos —claves para obtener financiamiento— ha fomentado conductas académicamente reprochables: asociaciones de investigadores para multiplicar la productividad sin una colaboración real, fragmentación artificial de estudios («salami slicing«) e incluso manipulación de datos. Un caso paradigmático de estas distorsiones es el del rector de la Universidad de Salamanca, investigado por presuntas prácticas de “citation stacking” y autoplagio para inflar artificialmente sus indicadores bibliométricos (El País, 2024). Este escándalo revela cómo el sistema incentiva el fraude académico cuando la evaluación se reduce a métricas cuantitativas. Pero la ética no solo se vulnera en el ámbito investigador: editoriales oportunistas han encontrado un nicho lucrativo en la publicación rápida, con altos costos para autores y revisiones de calidad deficientes o nulas, dando pie al fenómeno de las «revistas depredadoras«, subproducto directo de esta lógica mercantilizada.

La mercantilización de la producción científica ha trasplantado al ámbito académico las lógicas neoliberales de gestión: hipercompetencia por recursos (Edwards & Roy, 2017), dictadura de la productividad cuantificable y normalización de la autoexplotación como forma de supervivencia profesional (Poch & Villanelo, 2016). No deja de ser llamativo que las universidades públicas chilenas que, pese a su discurso crítico hacia la educación de mercado, hayan institucionalizado estos mismos criterios en sus sistemas de evaluación, financiamiento y promoción académica.

Frente al oligopolio editorial, el movimiento Open Access promovió el acceso sin restricciones al conocimiento, con iniciativas como SciELO, Latindex o el Plan S. No obstante, las grandes editoriales cooptaron este modelo, trasladando los costos a los autores mediante el “Article Processing Charges” (APC), que suelen oscilar entre 1.000 y 5.000 USD por artículo. Así, lejos de debilitarse, el oligopolio ha incrementado sus ganancias.

La bibliometría, no es un instrumento neutral, opera como un mecanismo de poder que subordina el avance científico a los intereses comerciales de las grandes editoriales. En Chile, la dependencia de los indicadores bibliométricos controlados por este oligopolio transnacional —condicionando el acceso a financiamiento y relegando el desarrollo de un sistema nacional de publicaciones— no solo perpetúa la mercantilización del conocimiento, sino que también erosiona la soberanía científica. Este modelo, donde la investigación financiada con fondos públicos queda secuestrada tras barreras de pago, contradice los principios de acceso abierto y democratización del saber. En esta situación es imperativo un debate nacional sobre una mirada estratégica del desarrollo científico en Chile, que promueva la internacionalización del conocimiento sobre bases soberanas que supere la subordinación científica. La contingencia de las elecciones presidenciales puede ser un buen momento para instalar este debate.

Por Ricardo Castro Santis

Profesor titular – Consejero Superior Departamento de Matemática Universidad Tecnológica Metropolitana

Referencias:

  1. Larivière, V., Haustein, S., & Mongeon, P. (2015). The oligopoly of academic publishers in the digital era. PloS one, 10(6), e0127502.
  1. Hanson, K., Goodman, C., Lines, J., Meek, S., Bradley, D., & Mills, A. (2004). Global forum for health research. WHO, Geneva.
  1. Hotez, P. J., Damania, A., & Naghavi, M. (2016). Blue marble health and the global burden of disease study 2013. PLoS neglected tropical diseases, 10(10), e0004744.
  1. Kilama, W. L. (2009). The 10/90 gap in sub-Saharan Africa: resolving inequities in health research. Acta tropica, 112, S8-S15.
  1. Heckman, J. J., & Moktan, S. (2020). Publishing and promotion in economics: The tyranny of the top five. Journal of economic Literature, 58(2), 419-470.
  1. Hart, S. (2015). Writing in English for the Medical Sciences: A Practical Guide. CRC Press.
  1. Ventura, D., & Amaral, I. (2025). Racismo Algorítmico e Colonialismo Digital: As Literacias Críticas na Era da Inteligência Artificial. Revista Comunicando, 14(1), e025005-e025005.
  1. Lambert, W. M., Camacho-Rivera, M., Boutin-Foster, C., Salifu, M., & Riley, W. J. (2024). Ending “domestic helicopter research”. Cell, 187(8), 1823-1827.
  1. María José Bueno Márquez, El fraude de un rector, Editorial El País, septiembre 2024.

https://elpais.com/opinion/2024-09-24/el-fraude-de-un-rector.html

  1. Edwards, M. A., & Roy, S. (2017). Academic research in the 21st century: Maintaining scientific integrity in a climate of perverse incentives and hypercompetition. Environmental engineering science, 34(1), 51-61.
  1. Andrea Poch Plá & Felipe Villanelo Lizana, Ciencia sin alma: la impronta neoliberal en la investigación científica chilena, CIPER, diciembre 2016.

Fotografía: imagen ilustrativa genera por IA.


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