Emmanuel Macron aterrizó este domingo en Nuuk, capital de Groenlandia, con una clara intención diplomática: reafirmar el apoyo de Francia y la Unión Europea a la soberanía del territorio y consolidar alianzas estratégicas ante el creciente interés internacional por el Ártico.
El presidente francés fue recibido por habitantes locales en el aeropuerto y acompañado por la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, y el jefe del gobierno groenlandés, Jens-Frederik Nielsen. Durante su visita, Macron subrayó la importancia de respetar la integridad territorial de Groenlandia y destacó que el crecimiento económico, el cambio climático y la educación son desafíos que deben abordarse de manera conjunta.
Sin mencionar directamente a Donald Trump, el mandatario francés dejó clara su postura en contra de cualquier intención externa de apropiación del territorio, aludiendo que este tipo de maniobras no corresponden a las prácticas entre naciones aliadas. Esta declaración se produce tras las reiteradas expresiones del expresidente estadounidense, quien ha manifestado abiertamente su interés en adquirir Groenlandia.
La agenda de Macron contempla reuniones con líderes daneses y groenlandeses a bordo de un portahelicópteros militar, una elección simbólica que refleja la creciente preocupación por la seguridad en el Ártico, una región que ha captado la atención de potencias como Estados Unidos, China y Rusia debido a su riqueza en recursos y su ubicación estratégica.
Además de discutir la defensa y la seguridad, los líderes europeos y groenlandeses debatirán formas de impulsar el desarrollo económico sustentable, avanzar en la transición energética baja en carbono y asegurar el acceso a minerales estratégicos, esenciales para la economía verde.
En foros internacionales previos, como la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, Macron ya había reafirmado que ni Groenlandia ni otras zonas vulnerables del planeta deben considerarse bienes negociables. Su discurso en defensa del Ártico apuntó a resguardar tanto el equilibrio ambiental como la autonomía de sus habitantes.
Desde el regreso de Trump a la presidencia de EE.UU., las tensiones geopolíticas se han intensificado. Las recientes declaraciones del secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, sobre una eventual intervención en Groenlandia, han elevado la alarma en Europa, y Macron ha respondido intensificando su papel como interlocutor continental frente a estas amenazas.
Por su parte, el primer ministro groenlandés fue firme al rechazar cualquier insinuación de venta o anexión del territorio, reflejando el sentir de la población local que defiende con vehemencia su autonomía y rechaza cualquier intento de injerencia extranjera.
Véase también: EE.UU. analiza vetar entrada de ciudadanos de 36 países por motivos de seguridad
Con esta visita, Macron no solo marca una posición política clara, sino que fortalece el papel de Francia como referente europeo en la defensa de territorios estratégicos y de la cooperación multilateral frente a intereses unilaterales.
Foto: Redes
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