El lado oscuro de las apps menstruales: tus datos íntimos pueden ser vendidos y usados en tu contra 

Millones de personas menstruantes utilizan a diario aplicaciones de seguimiento menstrual, sin saber que sus datos podrían estar siendo vendidos, rastreados o incluso utilizados en su contra.

El lado oscuro de las apps menstruales: tus datos íntimos pueden ser vendidos y usados en tu contra 

Autor: El Ciudadano

La Universidad de Cambridge reveló un informe que indica que datos recolectados por aplicaciones de monitoreo menstrual pueden ser utilizados para vigilancia laboral, acoso digital y restricción al acceso al aborto.
Aunque estas apps representan una herramienta útil para las personas menstruantes, el estudio advierte sobre la recolección masiva de datos íntimos con fines comerciales, lo que podría comprometer su privacidad y seguridad.

Una “mina de oro” para el mercado de la salud femenina.

El documento realizado por un grupo independiente de investigadores de la Universidad de Cambridge, Minderoo Centre for Technology and Democracy, catalogó los datos recolectados por estas apps como una “mina de oro” ya que no solo obtienen datos sobre el ciclo menstrual, si no que además obtienen datos sobre ejercicio físico, uso de métodos anticonceptivos, alimentación, niveles hormonales, medicación y preferencias sexuales.

En el informe, Stefanie Felsberger, socióloga especializada en tecnología y género y autora principal del estudio, advirtió que «hay riesgos reales y preocupantes para la privacidad y la seguridad de las mujeres como resultado de la mercantilización de estos datos», ya que las empresas detrás de estas apps trabajan en un entorno que prácticamente no tiene regulación.

Millones de personas menstruantes utilizan a diario aplicaciones de seguimiento menstrual, sin saber que sus datos podrían estar siendo vendidos, rastreados o incluso utilizados en su contra.

El estudio también advierte que la industria tecnológica enfocada en la salud femenina, conocida como femtech, alcanzaría un valor superior a los 60 mil millones de dólares en 2027, y que cerca de la mitad del sector está dominado por aplicaciones de monitoreo menstrual. De hecho, solo tres de las apps más populares sumaron 250 millones de descargas a nivel mundial en 2024.

La recolección de estos datos genera un gran valor monetario ya que son utilizados para la publicidad dirigida. Por ejemplo, la información relacionada con el embarazo tiene un altísimo valor comercial, muy superior al de datos personales básicos como la edad o el lugar de residencia. Investigadores señalan que detalles como las etapas del ciclo hormonal, por ejemplo el aumento de estrógenos, podrían ser aprovechados para reforzar campañas publicitarias específicas, como las de productos de belleza.

Discriminación, control y aborto: los usos más peligrosos

Además, el estudio advierte que esta información podría ser utilizada de manera discriminatoria, facilitando prácticas como la vigilancia en entornos laborales, la denegación de seguros de salud, el acoso en línea o la restricción del acceso al aborto, situaciones que ya se han registrado en ciertos países.

En países como Estados Unidos o Reino Unido, los datos recolectados por estas aplicaciones ya han sido requisados en procesos judiciales o como impedimento al acceso a la interrupción del embarazo. Organizaciones por los derechos reproductivos advierten que en el Reino Unido mujeres estan siendo investigadas por supuestos abortos ilegales, con registro médicos y tecnológicos requisados sin garantias.

El informe advirtió que los datos recolectados podrían llegar a ser utilizados en el monitoreo de ciclos menstruales con el fin de impedir abortos, incluso en casos de violación.

¿Existen alternativas a estas aplicaciones?

Finalmente, el documento demanda que las personas puedan decidir con mayor detalle qué datos quieren compartir, en lugar de aceptar todos los términos de forma automática. Además, llaman a crear opciones públicas que resguarden mejor la privacidad.

Países como EE.UU ya cuentan con aplicaciones como “Spot On”, desarrollada por la organización Planned Parenthood, donde la información es guardada de manera local y no compartida con terceros. Siendo un ejemplo para que otros países puedan desarrollar aplicaciones similares. 

El documento hace un llamado a dejar de utilizar los datos menstruales como datos de consumo. “Existe otro futuro posible, uno que proteja la intimidad y mejore la salud reproductiva», concluyó Gina Neff, directora ejecutiva del centro Minderoo en la Universidad de Cambridge. 


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