Machi Celestino exige al Gobierno que le permita renovar el rewe de su Ngüllatuwe en este Wiñol Txipantü

El Machi Celestino Córdova, su familia, red de apoyo y comunidades mapuche que lo apoyan a través de un comunicado público alertan sobre el fracaso del Estado en garantizar el respeto a las autoridades Mapuche y su cultura, ante la negativa a que el Machi Celestino renueve su rewe en el CET de Vilcún.

Este lunes 23 de junio, el pueblo nación Mapuche, a través del Machi Celestino Córdova y sus redes de apoyo, alzó la voz ante lo que califican como una profundización de la violencia a tres años del estado de excepción, señalando un despliegue militar que amedrenta a sus comunidades y humilla a sus autoridades ancestrales.

En un comunicado recibido por la redacción de El Ciudadano, difundido en un contexto de conmemoración del Wiñol Txipantü (año nuevo mapuche), se detalla cómo la militarización ha transformado a los territorios en zonas de control policial que afectan a niños, mujeres y ancianos. Esta realidad, según el comunicado de las comunidades Mapuche, contradice el discurso del Gobierno de Gabriel Boric sobre el respeto a sus derechos.

Un incidente reciente, donde autoridades ancestrales fueron desalojadas de una institución pública, es mencionado como ejemplo de la falta de respeto, contrastando con el trato que recibirían autoridades chilenas en circunstancias similares.

Asimismo, la nota resalta la situación de los presos políticos mapuche en la cárcel de Angol, quienes iniciaron una huelga de hambre para ejercer sus derechos culturales y espirituales.

A pesar de los compromisos del Gobierno, no se han visto progresos en la modificación del reglamento penitenciario, solicitado desde 2018: “Y mientras no se avance con ello, se seguirá con la arbitrariedad, la discriminación y el racismo que caracteriza a la institución”, señalan en el comunicado, aludiendo a las personas de pueblos originarios privadas de libertad que buscan celebrar ceremonias como el Wiñol Txipantü, Inti Raymi o Machaq Mara, como principales afectados.

También denuncian que desde 2022 se ha reiterado la negativa de Gendarmería y los tribunales de justicia para permitir la realización de la ceremonia Ngüllatun en el Ngüllatuwe dentro del Centro de Estudio y Trabajo (CET) de Vilcún. La reciente solicitud para renovar el rewe en el marco del Wiñol Txipantü también fue negada, lo que califican como una nueva vulneración de derechos espirituales y culturales. Ante esta situación, anunciaron que recurrieron a los tribunales, esperando una acción sensata y alineada a los tratados internacionales.

El llamado final de las comunidades firmantes es una interpelación a las instituciones del Estado exigiéndoles “que sean coherentes entre lo que dicen y hacen en materia de derechos de los pueblos originarios”, demandando respeto a sus tradiciones, costumbres y formas de organización política. Concluyen pidiendo al pueblo mantenerse alerta, proteger su tierra, exigir la libertad de los presos políticos mapuche y poner fin a la militarización del Wallmapu.