El ministro de Hacienda, Mario Marcel, confirmó este martes que el levantamiento del secreto bancario será parte de las indicaciones que el Gobierno ingresará al proyecto de ley que crea el Subsistema de Inteligencia Económica. La medida busca fortalecer la capacidad del Estado para investigar delitos asociados al crimen organizado, el lavado de activos y otras operaciones financieras ilícitas.
“Esto releva por qué es importante tener un mecanismo ágil y expedito para levantar el secreto bancario en investigaciones sobre crimen organizado, que es precisamente el foco del proyecto de inteligencia económica”, sostuvo el ministro, despejando así las dudas surgidas tras declaraciones anteriores de la subsecretaria de Hacienda, Heidi Berner, quien había señalado que el tema aún estaba en evaluación.

El proyecto contempla dotar a la Unidad de Análisis Financiero (UAF) de nuevas facultades para solicitar, a través de las Cortes de Apelaciones, el acceso a información bancaria en casos de Reportes de Operaciones Sospechosas (ROS), incluso antes de que se inicie una investigación judicial formal. Esta modificación busca reducir los tiempos de reacción del sistema ante señales de posibles delitos económicos.
Desde el Ejecutivo recalcan que este cambio permitirá fortalecer el combate contra las redes criminales que operan con sofisticados mecanismos financieros y que, muchas veces, logran evadir la acción de la justicia por la lentitud de los procedimientos actuales.
Reacciones divididas ante la estrategia del Ejecutivo
La confirmación de Marcel fue bien recibida por sectores que exigían mayor claridad y coherencia en la estrategia del Gobierno. Sin embargo, no faltaron las críticas. La diputada Gloria Naveillán ironizó la aparente contradicción inicial dentro del Ejecutivo, señalando: “Aquí hay como dos versiones del Gobierno, Mr. Jekyll and Mr. Hyde. ¿Por qué no se pondrán de acuerdo entre ellos mismos, digo yo, primero?”.
Aun así, el anuncio del ministro marcaría un paso firme hacia una institucionalidad más efectiva en la persecución del crimen organizado y deja atrás el escepticismo que se había instalado tras los mensajes contradictorios de los últimos días.