Excentro de detención y tortura Cuartel Borgoño se convertirá en un nuevo Sitio de Memoria

En el contexto del Día Internacional de las Naciones Unidas en Apoyo de las Víctimas de la Tortura, este jueves 26 de junio el ministro de Bienes Nacionales, Francisco Figueroa, y el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Jaime Gajardo, entregaron el permiso de ocupación del inmueble del exCuartel Borgoño, centro de detención y tortura de la CNI durante la dictadura, a la Corporación Memoria Borgoño, que comenzará el proceso para convertirlo en un Sitio de Memoria.

En la oportunidad, tras la entrega de las llaves del inmueble a la agrupación de amigos y sobrevivientes del exCuartel Borgoño, el ministro Figueroa recordó que 50% de los sitios actualmente administrados por las agrupaciones de Derechos Humanos han sido gestionados durante el actual gobierno del Presidente Gabriel Boric.

«Es decir, la magnitud de lo hecho en estos años es equivalente a lo hecho desde que recuperamos la democracia. Es una mezcla de voluntad política y de capacidad de gestión. Otra dimensión que creo que es relevante mencionar es lo que estamos viendo en términos de relativización y cuestionamiento al valor de los derechos humanos y la democracia a nivel mundial y a nivel nacional. Eso nos hace ver que esto es importante no solamente en términos de justicia con la historia, con lo que pasó, sino también para la reconstrucción de las condiciones básicas para la democracia hoy y en el futuro», planteó Figueroa.

En la misma línea, el ministro Jaime Gajardo destacó que hitos como este «nos tienen que llamar no solo a la acción, sino a la reflexión respecto de cómo podemos, desde estos lugares, desde el compromiso de las instituciones públicas, trabajar permanentemente por lo que significa el valor de los derechos humanos como base de la convivencia pacífica, como base de la democracia, como base de una cultura que parte desde el respeto».

«Manifestamos el compromiso del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos para que podamos, a través de los distintos planes y programas, y en particular el Plan Nacional de Búsqueda, entregarle a nuestro país, a las generaciones que vienen, un país que pueda respetar de manera irrestricta lo que significan los derechos humanos», agregó Gajardo.

En tanto, la representante de la Corporación Memoria Borgoño, Patricia Zalaquett, explicó lo que el funcionamiento de este centro significó en la historia de las violaciones a los Derechos Humanos en Chile.

«Estamos hablando de una reconversión de la represión, de un perfeccionamiento, una coordinación donde todas las reparticiones e instituciones del Estado actuaron mancomunadamente. Cuando hablamos de Borgoño no hablamos solo de quienes estuvimos secuestrados acá, estamos hablando de una central operativa de la represión perfectamente institucionalizada, coordinada con el Ejecutivo, coordinada con las otras policías, donde se desplegaron operativos a nivel nacional, regional, en concomitancia con otras CNI de otros lugares del país. Estamos hablando de algo muy poderoso y que representa una historia de resistencia que tenemos que reivindicar con altura de miras», señaló Patricia Zalaquett.

Educar y generar reflexión

El ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, participó en la actividad en su calidad de sobreviviente del exCuartel Borgoño. Al respecto, expresó su expectativa de que los Sitios de Memoria sean lugares «ojalá muy vivos».

«Ojalá que tuvieran mucha capacidad de educar, de generar reflexión, de proyectarse hacia adelante, de enseñar lo que se vivió y lo que se vive en otras partes del mundo también. Quiero dar un abrazo a todas las personas que han vivido experiencias de tortura y que estuvieron acá. Los que lucharon por dar este paso que se está dando y los que luchan para que en el futuro este se transforme en un gran centro para reflexionar sobre lo vivido y sobre lo pasado», comentó Montes.

En la instancia también participó el delegado presidencial de la región Metropolitana, Gonzalo Durán, quien indicó que esta «es una buena oportunidad para que todos nos comprometamos a seguir acompañando y apoyando este proceso, con el propósito de que este importante paso que se da hoy sea expresión de un camino que tenga muchísimos pasos más hacia el futuro, para garantizar que nunca más en Chile se cometan las gravísimas violaciones a los derechos humanos que se cometieron en el pasado, para que nunca más tengamos espacios como lo que fue el Cuartel Borgoño, donde se detuvo, torturó, hizo desaparecer a ciudadanos y ciudadanas de nuestro país, y para que efectivamente todos contribuyamos a fortalecer una cultura de la memoria».

Por su parte, el alcalde de la comuna de Independencia, Agustín Iglesias, hizo un sentido compromiso: «En los próximos meses, además de este espacio, los edificios colindantes serán entregados al municipio. Yo como alcalde haré la recepción y tengo el compromiso con la Corporación de que sea un espacio completo de memoria».

«Tener un parque acá en un lugar tan importante como el centro de Santiago para que esto no se olvide. Lo que ocurrió acá es profundamente doloroso para las personas que lo vivieron, pero también para todo un país. Yo soy de una generación política nueva, nacida en democracia. Yo felicito a los ministerios y al empuje que ha tenido la Corporación para que esto ocurra. Independientemente de que yo provenga de un sector político distinto, tengo el compromiso de que este sea un lugar de memoria. Vamos a hacer un gran esfuerzo para que acá la historia no se olvide», expresó el alcalde de Independencia.

Historia del excuartel Borgoño

En su origen, en 1892, en el edificio se emplazó el Instituto de Higiene de Santiago, una institución que vino a hacerse cargo del manejo de enfermedades asociadas a las condiciones de salubridad de la época y que dio inicio a lo que posteriormente fue el Ministerio de Salud.

El inmueble fue cerrado el 31 de diciembre de 1924 por la Junta Militar que sucedió al gobierno de Arturo Alessandri. En reconocimiento a la importancia para la historia de la salud pública de nuestro país, el edificio fue declarado Monumento Nacional en la categoría de Monumento Histórico el 26 de octubre de 1984.

Ya entrada la dictadura, en 1977 sus instalaciones pasaron de forma arbitraria a la CNI hasta 1988, cuando fueron entregadas a la Policía de Investigaciones. Diversas violaciones a los DDHH, consignadas por la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación (Informe Rettig) y la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura (Informe Valech), fueron realizadas con participación de agentes operativos del exCuartel Borgoño.

El centro contaba con toda una estructura represiva especializada en contrainsurgencia que llevó a cabo grandes operativos de represión y aniquilamiento a opositores de la dictadura, como la Operación Albania, la Operación Alfa Carbón, la Operación Machete en Neltume, los asesinatos en represalia al atentado a Pinochet, los 5 detenidos desaparecidos en 1987 y los asesinatos de Janequeo y Fuenteovejuna, entre muchos otros.

El futuro de este inmueble fiscal considera el resguardo y promoción de la memoria histórica como excentro de detención y tortura de la CNI, su conservación y valorización en tanto Monumento Histórico y el establecimiento de usos públicos y semipúblicos que beneficien a la comunidad en armonía con la memoria del lugar.

El Ciudadano