Por Javier Pineda Olcay, Director de El Ciudadano
Jeannette Jara ganó con contundencia esta primera vuelta presidencial. La candidata del Partido Comunista (PC) y Acción Humanista (AH) se impuso con el 60.16% de los votos (825.663 votos), siendo seguida por un 28.07% de Carolina Tohá (385.249 votos), candidata del socialismo democrático (Partido Socialista, Partido Liberal, Partido Radical, PPD y Democracia Cristiana); un 9.02% de Gonzalo Winter (12.795 votos), candidato del Frente Amplio (FA) y un 2.74% de los votos para Jaime Mulet (37.654 votos), candidato de la Federación Regionalista Verde Social (FREVS).
A partir de estos resultados, se mencionan algunas claves para comprender lo que viene en los próximos meses hasta las elecciones presidenciales.
1. El Partido Comunista hegemoniza al oficialismo y mejora su posición para negociar listas parlamentarias.
Este triunfo consolida al Partido Comunista como la principal fuerza política al interior del oficialismo. Las banderas de lucha de la izquierda manifestadas en una priorización de los derechos laborales, una posición contraria al Acuerdo SQM-Codelco, una política exterior de apertura hacia los BRICS+ y una política centrada en el pueblo trabajador, sumados al carisma y virtudes de la propia candidata, le permitió un aplastante triunfo en esta primaria presidencial del oficialismo. No sólo dobló a Carolina Tohá, sino que sextuplicó a Gonzalo Winter.
Estos resultados serán importantes para determinar las listas parlamentarias, donde el Partido Comunista se ve fortalecido; mientras que el Frente Amplio y el Socialismo Democrático debilitado. Con estos resultados es posible que la discusión sobre una lista única parlamentaria de los “partidos grandes” (FA, PC y PS) vuelva a flotar, pues al PS no le conviene ir en una lista separada. Mientras que los “partidos chicos” quedarán al alero de los partidos más grandes. En el caso de la FREVS ya han anunciado que no serán parte de una lista de unidad, por lo cual es inevitable que existan a lo menos dos listas parlamentarias, aunque las aspiraciones de Mulet a ser senador se ven amenazadas por los malos resultados obtenidos en su circunscripción electoral. Este será un elemento a analizar en las próximas semanas.
2. Baja participación electoral en las primarias presidenciales, pero remontable.
El único elemento que deja un sabor amargo a la candidatura de Jeannette Jara es que sólo participaron 1.420.085 personas, una cifra menor a las 1.750.000 personas que participaron en las primarias de 2021 entre Daniel Jadue (PC) y Gabriel Boric (FA). Si se sumaban los 150.000 votos de la primaria convencional del socialismo democrático en 2021 entre Paula Narváez (PS), Yasna Provoste (Democracia Cristiana) y Carlos Maldonado (Partido Radical), estas primarias de 2025 tuvieron aproximadamente 400.000 votos menos, alcanzando un poco menos del 10% del padrón electoral, conforme al cual estaban habilitadas para votar más de 15 millones de personas. En definitiva, la participación no fue buena, pues un buen resultado implicaba superar los dos millones de votos. De todas formas, obtiene más votos que Sebastián Piñera en la primaria presidencial de 2017, año en el cual terminó ganando su segundo mandato. Por esta razón, si se despliega una buena campaña se puede remontar, considerando además que la primera y segunda vuelta son elecciones con voto obligatorio.
3. Jara debe cerrar flanco izquierdo y flanco derecho.
La candidatura de Jeannette Jara enfrenta un doble desafío para ampliar su base de votantes, tanto por “izquierda” como por “derecha”. Por izquierda, el triunfo de Jara desactiva una posible candidatura del Gobernador de Valparaíso, Rodrigo Mundaca, quien señaló estar disponible para una elección presidencial si triunfaba Carolina Tohá, por lo que solo queda en pie la candidatura de Marco Enríquez-Ominami (MEO) y Eduardo Artés, quienes están reuniendo firmas para inscribirse como candidato independiente. En el caso de Artés (Partido Comunista – Acción Proletaria), es prácticamente imposible que decline su candidatura en favor de Jara, pero es probable que no alcance las 36.000 firmas necesarias para inscribir su candidatura como independiente.
En el caso de MEO, ante la falta de estructura orgánica para alcanzar a reunir las 36.000 firmas y dados sus vínculos con el Grupo de Puebla, donde también participan figuras del Partido Comunista, es posible que logre negociar con Jeannette Jara y decline su candidatura en favor de ella. Para ello, será importante lo que hagan los partidos de Izquierda Ecologista Popular, coalición que participó en las últimas elecciones regionales teniendo aproximadamente un 10% de los votos en las regiones donde compitió. Si Jeannette Jara logra el apoyo de MEO y de algunos partidos de la Izquierda Ecologista Popular cierra su flanco por izquierda, obteniendo el apoyo de una izquierda no oficialista. Es importante que el oficialismo comprenda que no bastan solo sus propias fuerzas para enfrentar a la ultraderecha.
El otro flanco es por “derecha”. Varias figuras que apoyaban la candidatura de Carolina Tohá, pertenecientes a la Democracia Cristiana o independientes históricos de la Concertación, anunciaron que estaban disponibles para apoyar a Tohá, pero no a una candidatura del PC o el FA. Para evitar una fuga desde este sector, tendrá que asegurar el voto de la Democracia Cristiana, partido que no participó oficialmente de las primarias, por lo cual podría inscribir una candidatura presidencial. Los Senadores de este partido como Yasna Provoste y Francisco Huenchumilla como la alcaldesa de La Pintana, Claudia Pizarro, pueden jugar un rol clave para que el partido se sume a la candidatura de Jara. De todas formas, será inevitable que algunas figuras de este sector quieran sumarse a una candidatura independiente como la de Harold Mayne-Nicholls o incluso estén dispuesto a apoyar a una candidatura como la de Evelyn Matthei.
En un escenario en que Jeannette Jara cierra su flanco izquierdo y aminora la fuga por el flanco derecho, debiese tener a lo menos una votación cercana al 38%. Con este resultado, proyectado por encuestas como La Cosa Nostra, es indudable que pasará a segunda vuelta, incluso en primer lugar.
4. El pinochetista José Antonio Kast es la probable carta a enfrentar en el balotaje.
El escenario anterior es bastante probable también por la división de las derechas, quienes debiesen llevar como candidatos a Evelyn Matthei, representando una derecha tradicional; a José Antonio Kast, representando a una ultraderecha pinochetista; a Johannes Kaiser, representando a una ultraderecha pinochetista antivacuna; y a Franco Parisi, como una derecha populista. En este sector, la candidatura de Kast ha ido desplazando a la candidatura Matthei, por lo cual de seguir esta tendencia es posible que Kast sea quien pase a segunda vuelta. En el caso de Parisi, crece su candidatura a costa de la de Kaiser, mientras que este se desploma en favor de Parisi y de Kast.
5. Derechos laborales y unidad contra la ultraderecha: el posible discurso de la candidatura de Jeannette Jara.
En cuanto al discurso de Jeannette Jara, es posible que gire en torno a dos ejes: (i) mejorar las condiciones laborales de la clase trabajadora, con la propuesta de incremento del salario mínimo a $750.0001; (ii) contener el avance de la ultraderecha. Difícilmente tendrá un horizonte mayor de transformaciones, por lo cual debiese ser un gobierno de continuidad al de Gabriel Boric, aunque con una hegemonía mayor del Partido Comunista, lo cual podría significar una mayor voluntad de cambio. Esto podría transformar un futuro gobierno de Jeannete Jara como un gobierno de una «tercera ola progresista» en América Latina, menos tímido que los gobiernos de la «segunda ola» donde se podría ubicar al gobierno de Gabriel Boric.
De todas formas, el triunfo de Jeannette Jara es histórico. Primera vez que una candidatura presidencial del Partido Comunista tiene posibilidades reales de ganar la presidencia de Chile. Esta candidatura al menos representa una propuesta clara para enfrenar a la ultraderecha: con un programa de transformaciones y centrado en la ampliación de derechos para el pueblo trabajador y no en la añoranza de un pasado que es imposible de repetir en el contexto actual, como lo planteaba Carolina Tohá, candidata del núcleo histórico de la Concertación que gobernó en los gobiernos posdictatoriales.
6. El fantasma del comunismo en contra del fantasma del fascismo (pinochetismo, en la versión chilena).
Este triunfo le generará a toda la derecha el miedo por el “fantasma del comunismo” que recorre Chile. Pero vale la pena recordar que en las elecciones de noviembre de 1932 el Partido Comunista tuvo sus mejores resultados en la historia de Alemania, pero perdieron contra el Partido Nazi de Hitler. No debemos olvidar que quien genera un mayor miedo, con amenazas reales para el pueblo de Chile, es el fantasma del fascismo representado por José Antonio Kast, el cual es el posible competidor de Jeannette Jara en un balotaje que se celebrará el 14 de diciembre de 2025. Lo único cierto en los próximos meses es que serán semanas de lucha contra la ultraderecha.