El anuncio presidencial responde a la minuta aprobada por el Senado estadounidense que establece un impuesto del 1% a las remesas en efectivo enviadas desde Estados Unidos, excluyendo transferencias electrónicas y operaciones con tarjetas bancarias.
Según datos del Banco de México, de los $64,745 millones de dólares recibidos en 2024, el 99.1% correspondió a envíos electrónicos, mientras solo el 0.7% ($481 millones) se realizaron en efectivo. Esta medida fiscal, pendiente de ratificación definitiva, afectaría principalmente a comunidades rurales y sectores con menor acceso bancarizado.
«Para aquellos que envían en efectivo vamos a dar un reembolso del 1% a través de la tarjeta Finabien, conocida como Tarjeta Paisano», detalló Claudia Sheinbaum durante su conferencia matutina.
El mecanismo operará mediante depósitos directos en la tarjeta emitida por Financiera para el Bienestar, institución que actualmente permite el cobro de remesas sin costo en sus sucursales.
La implementación respondería a preocupaciones humanitarias y económicas, considerando que las remesas constituyen la segunda fuente de divisas para México, superando incluso la inversión extranjera directa.
El programa de reembolso, que se presentará formalmente este viernes, forma parte de una estrategia dual: proteger el ingreso de familias vulnerables y promover la inclusión financiera. Analistas de BBVA Research advirtieron que impuestos a remesas son «regresivos y contrarios a compromisos internacionales», pues incrementarían los costos de transacción hasta cuatro veces, forzando mecanismos informales que podrían beneficiar a organizaciones criminales.
Esta política mexicana contrasta con la amenaza inicial de la Cámara de Representantes estadounidense, que en mayo proponía un gravamen del 5% a todas las remesas, iniciativa que Sheinbaum calificó como «inaceptable» por su impacto en 40 millones de personas.
La evolución hacia una tasa reducida del 1% solo para efectivo respondería, según la mandataria, a la presión ejercida por la comunidad migrante: «Es un logro de nuestros paisanos, principalmente por el envío de cartas a sus senadores y visitas a legisladores estadounidenses».
El diseño final del impuesto en Estados Unidos reflejaría además la distinción entre modalidades de envío, reconociendo que las transferencias electrónicas -dominantes en el mercado- quedan exentas. Para el gobierno mexicano, el reembolso no solo mitiga el impacto económico inmediato, sino que incentiva el uso de canales formales, reduciendo riesgos de operaciones informales que según BBVA Research podrían crecer hasta 4.4% en estados como Tamaulipas ante políticas fiscales adversas.
La tarjeta Finabien, originalmente diseñada para créditos a bajo costo, se reposiciona así como herramienta de política social transnacional, conectando directamente a migrantes con programas de protección gubernamental.
Esta medida se enmarca en el récord histórico de remesas recibidas por México en 2024 ($64,745 millones), que mostró una caída del 4.9% en diciembre -la mayor en once años-, señalando vulnerabilidad ante cambios regulatorios externos.
El esquema anunciado prioriza la protección de comunidades marginadas, donde el acceso bancario es limitado y el envío en efectivo persiste por factores culturales y logísticos. Al convertir el instrumento financiero en vehículo de justicia redistributiva, México establece un precedente en la defensa de derechos económicos transfronterizos.
El Ciudadano