La última vez que se había visto a Kim Jong-un con lágrimas en los ojos fue en 2020, durante los primeros meses de pandemia. En un discurso por el 75º aniversario del gobernante Partido de los Trabajadores, el líder supremo de la República Popular Democrática de Corea (RPDC), apareció visiblemente emocionado mientras agradecía a su pueblo su sacrificio. Cinco años después, se repitió la escena durante un gran homenaje a los soltados norcoreanos caídos en Rusia.
El evento en honor a los fallecidos, que tuvo lugar en el Gran Teatro del Este de Pyongyang, contó con música en vivo y se realizó en el marco de la visita a la capital norcoreana de una delegación del Ministerio de Cultura ruso, encabezada por la ministra Olga Liubímova, que recorrieron varios lugares que muestran la brillante historia del arte musical jucheano que se ha desarrollado durante las últimas décadas en la nación asiática.
La delegación recorrió también la Casa de Exposición de Regalos Nacionales y la sala de exposición de obras de arte del Estudio Artístico Mansudae y visitó la Iglesia Jongbaek.
Las imágenes de Kim tocando con solemnidad los ataúdes, cubiertos con la bandera norcoreana, fueron proyectadas durante el homenaje, que también coincidió con el primer aniversario del tratado de defensa mutua firmado entre Corea del Norte y Rusia.
En más imágenes y vídeos difundidos en redes sociales, se puede apreciar también al líder norcoreano observando muy emocionado una pantalla gigante en la que se proyectaban fotografías del campo de batalla mientras un grupo de mujeres con vestidos largos, delante de una numerosa orquesta, cantaban sobre un escenario.

Cooperación entre Rusia y la República Popular Democrática de Corea
En junio de 2024 el presidente de Rusia, Vladímir Putin, visitó Pyongyang y en aquella oportunidad selló con Kim Jong-un el acuerdo de defensa, el cual contempla una clausula en la que ambos países se comprometen a ayudarse si alguno de ellos resulta atacado.
Pionyang envió unidades militares para ayudar a Rusia en la liberación de Kursk, pero nunca desplegó tropas en territorio ucraniano y su participación se realizó «en plena conformidad con el derecho internacional», tal y como destacó Putin el pasado 26 abril cuando las Fuerzas Armadas rusas completaron la derrota de un grupo de combatientes ucranianos que había invadido la provincia.
En la operación para liberar el territorio participaron tropas de la RPDC, «en plena conformidad con el derecho internacional» y con el Tratado de Asociación Estratégica Integral entre Rusia y la República Popular Democrática de Corea, indicó Putin.
El presidente Putin afirmó que «los amigos coreanos actuaron impulsados por un sentimiento de solidaridad, justicia y verdadera camaradería» y Rusia lo valora mucho y lo agradece.
«Rendimos homenaje al heroísmo, al alto nivel de formación especial y a la abnegación de los soldados coreanos que, hombro con hombro con los soldados rusos, defendieron nuestra patria como si fuera suya. Cumplieron su deber con honor y valor, cubriéndose de gloria inmarcesible», destacó en esa oportunidad, dejando en claro que Rusia «nunca olvidará la hazaña» de las fuerzas coreanas.
«Siempre honraremos a los héroes coreanos que dieron su vida por Rusia, por nuestra libertad común, junto con hermanos de armas rusos», prometió.
Por su parte, el líder Kim Jong-un, calificó de «misión sagrada» la participación de las tropas norcoreanas en la liberación de la provincia rusa de Kursk y planteó que «todos los que lucharon por la justicia son héroes y representantes del honor de la patria».

Kim Jong-un envía miles de especialistas para reconstruir provincia de Kursk
Recientemente, Rusia dio a conocer que la República Popular Democrática de Corea proporcionará 1.000 zapadores para desminar la provincia rusa de Kursk, así como 5.000 obreros de construcción militar para restaurar la zona.
«A petición nuestra, la parte coreana proporcionó 1.000 zapadores que se dedicarán al desminado de la provincia de Kursk. Estamos terminando de discutir los detalles. Y creo que este trabajo comenzará pronto. Primero, la preparación, el equipo y, por supuesto, el trabajo práctico. Es bastante difícil comenzar las obras de restauración sin una zona desminada», indicó a mediados de junio el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Serguéi Shoigú.
En aquella ocasión, el funcionario explicó que tras la liberación del territorio, se encontró «una gran cantidad de zonas minadas y otros objetos explosivos».
«Esto abarca cientos de hectáreas. Se trata de cientos de kilómetros de líneas eléctricas, carreteras, comunicaciones, asentamientos y viviendas destruidas», detalló.
Además, se enviarán a Rusia 5.000 constructores norcoreanos militares que se dedicarán a la restauración de la provincia.
«Esta es una gran ayuda fraternal del pueblo coreano y del líder Kim Jong-un a nuestro país, en particular a la provincia de Kursk», destacó Shoigú en una entrevista concedida a Zvezda, según consignó RT.