Al menos 86 palestinos, de ellos 76 niños y 10 adultos, han muerto por desnutrición en la Franja de Gaza, desde el inicio de la ofensiva israelí hace más de año y medio, reveló un informe del Ministerio de Sanidad palestino del enclave.
De acuerdo con el más reciente informe del Ministerio de Salud en el enclave, las víctimas intentaron obtener comida y agua en distintas zonas, mientras Israel prohíbe la entrada de alimentos, medicinas, combustible y ayuda internacional.
La situación se ha agravado tras casi tres meses de bloqueo total (del 2 de marzo al 18 de mayo), y aunque el 19 de mayo se reanudó parcialmente la entrada de ayuda humanitaria, el acceso sigue siendo «enormemente limitado», según denuncian organizaciones locales e internacionales.
El sistema de distribución, controlado por la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF) —una entidad respaldada por EE.UU. e Israel— ha sido calificado de «peligroso», ya que alrededor de sus puntos de reparto cerca de mil personas han muerto por tiroteos.
Cifras escalofriantes: Hambruna masiva y colapso médico
El Ministerio de Salud de Gaza denunció que al menos 995 palestinos fueron asesinados, otros seis mil 11 resultaron heridas y 45 desaparecidos en el enclave debido al asedio israelí y el uso sistemático del hambre como arma de guerra, en medio del colapso total del sistema sanitario.
Por su parte, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU advirtió que «una de cada tres personas en Gaza no ha comido en días, y unas 90.000 mujeres y niños requieren tratamiento urgente por desnutrición.»
Los hospitales de la Franja reportan cientos de pacientes con cuadros severos de desnutrición, agotamiento extremo y fallo multiorgánico. Tan solo en las últimas 24 horas, 18 niños murieron por inanición, entre ellos la pequeña Razan Abu Zaher, cuyo caso conmocionó a las redes sociales.
La pequeña murió en un hospital del centro de Gaza por complicaciones derivadas del hambre y la desnutrición.

En declaraciones a CNN, su madre, Tahrir Abu Daher, relató que no tenía dinero para comprar leche, y que de todas formas rara vez había disponible.
“Su salud era muy buena antes de la guerra, pero después su estado empezó a deteriorarse por la desnutrición. No hay nada para fortalecerla”, indicó el pasado 23 de junio. En ese momento, Razan llevaba ya 12 días hospitalizada. Logró aferrarse a la vida durante otros 27 días.
El colapso sanitario y el exterminio por inanición han sido denunciados por agencias de la ONU y organizaciones médicas como una táctica de limpieza étnica.
El Ministerio de Sanidad palestino lanzó un llamado urgente a las organizaciones internacionales para que presionen a «Israel» a que permita la entrada de ayuda humanitaria y responsabilizó a la comunidad internacional por su «inacción ante el crimen de inanición organizado»,
Mientras que la UNRWA (Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos) exigió el «levantamiento inmediato del bloqueo», denunciando que Israel está cometiendo una «masacre silenciosa» al privar de alimentos a cerca de un millón de niños.
Bloqueo y represión: La ayuda humanitaria como blanco
El corresponsal de Al Mayadeen reportó que, en medio de la crisis, 65 personas murieron en un ataque israelí en la zona de Al-Sudaniya. Además, el acceso a la ayuda se ha vuelto una lucha diaria por la supervivencia.
La GHF, encargada de la distribución, ha sido acusada de priorizar zonas controladas por colaboradores de Israel, dejando a miles sin acceso a alimentos; mientras que los soldados israelíes disparan a quienes se acercan.
De hecho, al menos 94 personas fueron asesinadas y otras decenas resultaron heridas como consecuencia de un ataque israelí perpetrado durante la jornada del domingo contra palestinos que esperaban ayuda humanitaria en la zona de Al Sudaniya, al noroeste de la ciudad de Gaza, informó la agencia WAFA citando fuentes médicas.
Según indicaron testigos presenciales y un corresponsal del medio citado confirmaron, las fuerzas militares israelíes abrieron fuego contra civiles que se habían concentrado para recibir asistencia para sus familias hambrientas, detallando que las víctimas estaban desarmadas y esperaban en fila.
También trascendió que cadáveres de muchos de los fallecidos durante el mortífero bombardeo permanecen en las calles, ya que las labores de rescate se han visto obstaculizadas por los continuos disparos israelíes y el riesgo de nuevas ofensivas, consignó RT.
Desde el inicio de las hostilidades, que tuvo lugar el 7 de octubre de 2023, los ataques de Israel en la Franja de Gaza han dejado un saldo de al menos 58.895 muertos y más de 140.980 heridos. Tel Aviv ha ignorado los llamamientos del Consejo de Seguridad de la ONU para un alto el fuego inmediato y las directivas de la Corte Internacional de Justicia que instan a tomar medidas para prevenir el genocidio y aliviar la grave situación humanitaria en el enclave palestino.