El narco y una frontera marítima ciega

"La FACH y el Ejército son hoy objeto de un escaneo interno y de un debate público nacional, donde la pregunta inevitable es: ¿Están la Armada de Chile y el Servicio Nacional de Aduanas en igual o similar situación de infiltración del narcotráfico?..."

El narco y una frontera marítima ciega

Autor: El Ciudadano

Por Alejandro Navarro Brain, exsenador

Chile es una isla larga y estrecha. Al norte el desierto mas árido del mundo, al sur la gélida Antártida, al oeste la Cordillera de los Andes majestuosa y extensa, y al este la costa marítima más extensa de América. Todas ellas tienen en común su geografía fronteriza, y en 3 de estas, altos riesgos de permeabilidad a la infiltración del narcotráfico.

La más vulnerable a primera vista es nuestra frontera norte, con un desierto de temperaturas extremas de día y de noche, y de una inmensidad donde la frontera es una línea roja en un mapa binacional. Todo ello la hace ideal para el contratando y la internación de drogas a Chile, por falta de control y una naturaleza geográficamente positiva para el narco.

La atención nacional y de la opinión publica nacional se centra en estos días en los sucesos del pasado domingo en el norte. Hay un antes y un después en la historia de Chile, luego de constatar que nuestras FFAA han sido infiltradas y afectadas por el Virus Narco, causando el mayor momento de crisis de credibilidad entre ellas y la sociedad chilena.

Las instituciones mandatadas por la Constitución para ser los salvaguardas de la Seguridad Nacional y garantes del cumplimiento del respeto a la Constitución y sus leyes, tiene en su seno a delincuentes narcotraficantes que obedecen al crimen organizado, que es el nuevo enemigo externo e interno, que amenaza destruir nuestra convivencia y nuestra soberanía territorial.

Estos hechos se han convertido en la mas grave crisis política, militar y policial desde el 11 de septiembre de 1973 y el Golpe de Estado Cívico-Militar, donde la convivencia con la ciudadanía se vio enfrentada entre sí, incluyendo los intentos de infiltración política en esas FFAA.

Hay temor y miedo en la mayoría de los chilenos y chilenas. Esto es una realidad. No son solo las encuestas. Los delincuentes y traficantes lo dominan todo incluyendo a nuestros guardianes.

Hoy, el narcomilitarismo es la mayor amenaza a la seguridad nacional y el orden público, la frontera terrestre del norte de Chile fue infiltrada, y solo cabe investigar y realizar la inteligencia militar y policial para determinar si nuestra frontera marítima está a salvo o también ha sido infiltrada por el narco y sus tentáculos de dineros, con el reclutamiento de militares en servicio activo o retirados, por parte de los carteles de la droga que ya operan en Chile.

Chile, con 4.500 kilómetros de costa, sus puertos nacionales y nuestros 4 puertos regionales en Biobío, son sin ninguna duda “objeto de interés” para el crimen organizado y el narco.

En el país, el 2024, más de 3,5 millones de containers circularon por nuestros puertos, con 118 millones de toneladas de carga, de las cuales solo el 3% fue objeto de revisión por camiones de scanners de rayos X.

Es decir, el 97% de la carga no es revisada por el Servicio Nacional de Aduanas, organismo responsable del tránsito de carga terrestre, marítima y aérea en su salida e ingreso a Chile. El déficit de fiscalización directa es real y critico, aunque se señale que la media mundial de revisión es del 2,5% y en Europa es del 1% de los containers, y mas a estas alturas en que el 70% de la producción de cocaína, según el Informe de Drogas de la ONU 2023, proviene de Colombia y otro porcentaje adicional desde Bolivia y de Ecuador, que tienen en nuestras fronteras un corredor extraordinario marítimo con rumbo a todos los destinos del mundo. No desde ahora, con este o el anterior Gobierno, sino desde hace muchas décadas.

La FACH y el Ejército son hoy objeto de un escaneo interno y de un debate público nacional, donde la pregunta inevitable es: ¿Están la Armada de Chile y el Servicio Nacional de Aduanas en igual o similar situación de infiltración del narcotráfico?

Los porfiados y dolorosos hechos recientes nos ratifican que nadie, ni las FFAA, ni el Gobierno, el Poder Judicial, el Congreso Nacional, están a salvo de este virus letal del narcotráfico.

El Gobierno Regional del Biobío aprobó el 2023 la entrega de 5.300 millones de pesos para la compra de un camin scanner para revisar los containers y las millones de toneladas de carga que salen cada año de nuestros puertos de Coronel, San Vicente, Penco y Lirquén. A la fecha, nada se sabe de ello. Lo que sí sabemos, es que el narco no descansa de su extraordinariamente rentable de negocio, y que cuando el Estado y los Gobiernos Regionales dejan de lado esa responsabilidad, el tráfico y vulneración de nuestras fronteras aumenta.

La guerra al narco debe ser total antes de que sea tarde, y eso requiere de medidas inmediatas y de mediano y largo plazo. Cuando discutimos en el Senado hace unos años la vulnerabilidad de la frontera norte, el debate era comprar 1 camión scanner bajo la premisa que se podía desplazar y fiscalizar en diversos puntos, como si los narcos no tuvieran acceso a la información de dónde estaban y estarían. Ingenuidad o ignorancia, o falta de recursos. Lo concreto, una premisa con una gran dosis de estupidez.

En la participación de miembros en servicio activo en las FFAA, falló la inteligencia militar y policial. Llegar tarde en inteligencia es no tener inteligencia. Las lecciones del presente no son solo para reflexionar, hay que actuar. La Región del Biobío puede y debe jugar un rol protagónico y decisivo. Estamos en el centro geográfico de Chile, tenemos más de una docena de buenas universidades públicas y privadas, somos la segunda región mas importante de Chile. Tenemos la capacidades humanas y profesionales para trabajar, innovar y concentrar el desarrollo de todas ellas, unidas a la tecnología.

Podemos, hay que quererlo y necesitarlo. No esperemos que Santiago y la Región Metropolitana vengan a resolvernos los problemas: Ahí no tienen puertos, ellos están aquí, en nuestra región.

En Biobío estamos en condiciones, desde el Gobierno Regional y junto al Gobierno Nacional, de crear el Centro Internacional de Inteligencia Policial más grande de América con la colaboración de todas las policías del mundo.

El crimen organizado llegó desde fuera de nuestras fronteras, no es un problema nacional. Tratarlo como tal es una garrafal e inadmisible negligencia. Se requiere cooperación de las policías de todos los países de América Latina y el Mundo, más allá de la política o la ideología, esta es necesaria y urgente.

Nadie hoy está en condiciones de asegurar que esto no ocurre en nuestros puertos. Por dura que sea esta afirmación, es una realidad y la constatación, de que tenemos un problema.

No podemos repetir nuestros errores de la frontera norte en nuestra frontera marítima, que hoy está prácticamente ciega.

Alejandro Navarro
22 de Julio de 2025

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